Acerinox suspende la junta de accionistas prevista para el 22 de abril
La compañía ha comunicado la decisión a la CNMV
Acerinox ha decidido desconvocar la junta general ordinaria de accionistas prevista inicialmente para el miércoles 22 de abril en convocatoria única como consecuencia del estado de alarma decretado en España por el Covid-19, según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En su comunicado, Acerinox señala que "ante las circunstancias excepcionales derivadas de la propagación del coronavirus, la incertidumbre de la duración y dificultad del proceso de reactivación de la economía internacional" tras la aprobación del estado de alarma el pasado 14 de marzo, el consejo de administración acordó, en su reunión celebrada el 13 de abril, suspender la junta general de accionistas cuya celebración estaba prevista para el 22 de abril.
La compañía siderúrgica justifica en un comunicado esta decisión como un ejercicio "de responsabilidad" hacia la propia empresa, sus accionistas, trabajadores, clientes y proveedores y hacia la sociedad española en su conjunto.
El consejo de administración tenía previsto proponer en este encuentro los nombramientos como nuevos consejeros independientes de Leticia Iglesias, consejera de Lar España Real Estate, Abanca y Aena, y Francisco Javier García Sanz, exvicepresidente mundial de Compras del grupo Volkswagen.
Asimismo, se iba a someter a aprobación de los accionistas de la compañía los resultados del ejercicio 2019 y la distribución de un dividendo por importe de 0,40 euros por acción, a pagar el próximo 8 de junio.
Una vez las circunstancias actuales cambien y ofrezcan mayor estabilidad, certidumbre y visibilidad en los mercados, Acerinox procederá a convocar de nuevo la celebración de una junta que trate todos estos temas y se lo comunicará a los accionistas por los medios exigidos legalmente.
Respecto a los resultados del primer trimestre de 2020, la compañía ha anunciado que los publicará el próximo viernes 24 de abril. En 2019, Acerinox entró en pérdidas netas al registrar unos 'números rojos' de 60 millones de euros, en comparación con las ganancias netas de 237 millones de euros contabilizadas en el ejercicio anterior.