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Colonial gira a una estrategia prudente en compras y reformas por el coronavirus

La inmobiliaria ve difícil hacer una predicción sobre cómo afectará la crisis pero explica que de momento no afecta a sus ingresos

Pere Viñolas (izquierda), consejero delegado de Colonial, y Juan José Brugera, presidente, en la junta de accionistas de 2019 de la inmobiliaria.
Pere Viñolas (izquierda), consejero delegado de Colonial, y Juan José Brugera, presidente, en la junta de accionistas de 2019 de la inmobiliaria.Manuel Casamayón
Alfonso Simón Ruiz

Colonial ve una situación incierta en el entorno económico por la crisis del coronavirus, que le impide predecir cómo afectará a sus resultados próximos, pero aun así la compañía explica su negocio de alquiler de edificios de oficinas en Madrid, Barcelona y París no se ha visto afectado por el parón global. Aun así, reconoce que reducirá las inversiones en reformas y giro a un entorno de prudencia en adquisiciones.

"La epidemia del coronavirus está afectando de forma significativa tanto a nuestros mercados domésticos como a nivel mundial. Asimismo, su impacto en la actividad inmobiliaria de Colonial, así como en la economía en general continua incierto y con difícil predicción", apuntó la compañía en un comunicado remitido este martes a la CNMV. "Sin embargo, la cartera de Colonial y su actual liquidez y solvencia permiten al grupo Colonial afrontar y gestionar de forma óptima esta situación".

La empresa catalana reconoce que actualmente la crisis del coronavirus está impactando en su cartera de proyectos y esperan demoras puntuales en algunos de ellos. "Hemos decidido retrasar nuestro programa de capex en 60 millones de euros" desde los 150 millones previstos anteriormente, se explica desde la empresa, en particular su gran proyecto de campus de oficinas y residencial en Méndez Álvaro, "con solo 90 millones pendientes para el año 2020". Sin embargo, la socimi no prevé penalizaciones relevantes o pasivos vinculados a los retrasos.

"Hemos revisado nuestros criterios y políticas de inversión de acuerdo con un contexto más prudente", refleja la inmobiliaria en el hecho relevante. Como curiosidad, la inmobiliaria ha vendido este martes, en plenas semanas negras en los mercados por el coronavirus, un activo no estratégico, concretamente el Hotel Mojácar, a un precio de 8,4 millones, lo que supone una prima del 22% sobre la tasación de diciembre de 2019.

La inmobiliaria, que cuenta con Juan José Brugera como presidente, indica que hasta la fecha han sido informados de una propagación limitada del virus entre sus clientes y activos. "Nuestras actividades y el perfil de nuestros activos se mantienen particularmente resistentes en este entorno complejo", señala la empresa, debido a la presencia de grandes empresas como inquilinos que ocupan activos prime, ubicados en los distritos financieros de Madrid, París y Barcelona. De hecho, en los últimos meses, la inmobiliaria ha visto como la tasa de desocupación se ha reducido desde el 2,7% a finales del ejercicio 2019 hasta el 2,4%.

"Nuestros clientes tienen un perfil fuerte en términos de solvencia", remarca. "Nuestra cartera de clientes está altamente diversificada entre muchos sectores diferentes e incluye inquilinos de primer nivel como McKinsey, Freshfields, Netflix, Facebook, Naturgy, Exaney GRDF entre otros, y cuentan con un alto grado de fidelidad: el 78% de nuestros clientes permanecen en activos de Colonial entre 5y 10 años".

La socimi reconoce que podría esperar algún impacto en el segmento de pymes del sector retail y ocio, segmento que representa menos del 2% de sus rentas de alquiler. Esta empresa ingresó por rentas el pasado año 352 millones. Entre sus accionistas relevantes se encuentran QIA (Qatar Investment Authority), el empresario mexicano Carlos Fernández González (que forjó su fortuna en el grupo cervecero Modelo), la familia colombiana Santo Domingo y la familia perfumera Puig.

El dividendo de Lar España

La socimi Lar España también recordó este martes, tal como avanzó la pasada semana, que procederá el próximo 16 de abril al pago con cargo a los resultados de 2019 de un dividendo de 55 millones de euros, equivalentes a 0,6276 euros brutos por acción. Su distribución se aprobó en la pasada junta de accionistas, que se celebró el 17 de marzo.

“Somos absolutamente conscientes de que en tiempos de incertidumbre como los que vivimos se hace especialmente importante seguir en la medida de lo posible la planificación establecida antes del estallido de la crisis sanitaria y, en ese sentido, tras analizar el consejo de administración la posición de liquidez de la compañía, hemos creído particularmente relevante mantener el calendario de pago del dividendo previsto”, manifiesta José Luis del Valle, presidente de la socimi, en un comunicado.

El caso de Merlin

La pasada semana también la socimi Merlin realizó “una primera estimación del impacto cuantitativo que la situación que estamos atravesando pudiera tener en sus resultados”, informó a la CNMV.. “Considerando su política comercial en materia de bonificaciones de renta, que busca compartir la carga de la difícil situación actual con sus inquilinos en aquellos locales y negocios que no pueden abrir al público, y asumiendo que el cierre ordenado por la autoridad perdura hasta el 31 de julio, el impacto en las rentas brutas totales previstas para 2020 sería inferior al 10%”, informó la empresa que cuenta con Ismael Clemente como consejero delegado.

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Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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