Los inversores que sacan oro de la caída bursátil
Smart Social Sicav acumula en 2020 una rentabilidad cercana al 10%
No es fácil ser un salmón: nadar a contracorriente cuando el resto de peces se deja llevar plácidamente río abajo. Pero es justamente eso lo que hacen algunos inversores bajistas cuando se dedican a apostar a favor de una caída de la Bolsa, cuando los mercados de renta variable llevan años y años subiendo sin parar.
El caso más paradigmático en España es Antoni Fernández, gestor de Smart Social Sicav, un vehículo con 22 millones de euros de patrimonio, que comenzó el mes de marzo con un 99% del patrimonio.
Fernández es un gestor que basa sus decisiones en el análisis técnico. Sus modelos llevaban meses (años) advirtiendo de que el mercado bursátil estaba demasiado caro. ¿Y cómo aprovechar esta situación? Comprando futuros sobre índices bursátiles muy líquidos (como el tecnológico Nasdaq o el Dax alemán).
Su empecinamiento ha hecho que la sicav que gestiona lleve en el año una revalorización cercana al 10%, cuando casi todos los mercados bursátiles del mundo acumulan pérdidas de más del 20% en 2020.
Claro que, ir contracorriente es muy sacrificado. El año pasado, cuando la renta variable tuvo un rendimiento espectacular, Smart Social Sicav perdió un 20,9%.
En la actualidad, el 84% de la cartera de este gestor está en posiciones cortas contra el Nasdaq, otro 10% en posiciones cortas contra el Dax y un 5% sobre el índice Eurostoxx 50. En total, un 99% bajista.
El caso de Antoni Fernández es excepcional en España. En Estados Unidos, en cambio, hay más tradición de gestores netamente bajistas, aunque suelen concentrar su actividad en acciones de compañías que ven sobrevaloradas.
De acuerdo con la firma Bloomberg, hasta la semana pasada los inversores bajistas tenían 850.000 millones de dólares (744.000 millones de euros) sobre cotizadas norteamericanas. En tan solo siete sesiones habían ganado 50.000 millones de dólares. Con el desplome del índice Dow Jones y el Nasdaq, las ganancias se habrán duplicado.
La denominación a este tipo de inversores es osos (también se utiliza para mercados bajistas), en contraposición con los toros (para los mercados bajistas). Utilizando esta jerga, una gestora estadounidense lanzó hace 10 años el fondo Grizzly (un tipo de oso autóctono de Norteamérica). El vehículo lleva un trayectoria nefasta, perdiendo un 13% de media anual desde 2010. Pero ahora vuelve por sus fueros, y en lo que va de año se ha revalorizado casi un 15%.
ETF, a tiro de un clic
Los inversores particulares también pueden acceder a este tipo de estrategias, que ganan cuando se desploman lo mercados bursátiles. Hay varios fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) cuya estrategia es lograr replicar a la inversa los índices más utilizados (subir un 5%, cuando el S&P 500 cae un 5%). Uno de ellos es el Xtrackers S&P 500 Inverse Daily Swap, que ya suma un 12,5% de rentabilidad.
Para los muy cafeteros hay hasta ETF inversos apalancados, como el WisdomTree S&P 500 3x Daily Short, que ha subido este año ya un 33%.
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