Juan Abelló da un paso atrás y cede a su hijo la presidencia de Torreal
El histórico empresario español será el presidente de honor
A sus 78 años, Juan Abelló ha decidido dar un paso al lado en la dirección de la compañía con la que ha gestionado sus inversiones en las últimas décadas, Torreal. El empresario deja la batuta y el cargo de presidente ejecutivo del holding familiar en manos de su hijo, Miguel Abelló Gamazo, para ocupar el puesto de presidente de honor, según informó ayer la propia compañía.
El propio Juan Abelló heredó de su padre el negocio farmacéutico de la familia, Fábrica de Productos Químicos y Farmacéuticos Abelló, que vendió a la multinacional Merck. Con esos fondos tomó Antibióticos de León, que vendió a la multinacional italiana Montedison. Se convierte después en accionista de referencia de Banesto y ya a inicios de los 90 funda sobre los cimientos de toda esta frenética actividad Torreal.
Este grupo inversor –cuya primera operación de relevancia fue la toma de Airtel y posterior venta a Vodafone– culmina así un proceso de sucesión que se inició hace dos años. Abelló padre entonces creó el cargo de vicepresidente ejecutivo de la firma para su hijo menor. Este puesto ahora estará ocupado por Anna Gamazo, mujer de Juan Abelló. Miguel Abelló , de 41 años, ya repsentaba los intereses del grupo familiar en los consejos de Talgo, Telepizza, e Ingesport.
Salen del consejo de Torreal Pedro del Corro y José Díaz-Rato, miembros desde su fundación. El primero se mantendrá ligado a la firma como senior advisor y el segundo como secretario del consejo. Entran en este órgano Alvaro Garteiz y Alfredo Tennenbaum, ambos con experiencia en la casa. El primero era director general adjunto de inversiones en compañías cotizadas y el segundo, director general adjunto de inversiones estratégicas.Completan este órgano el resto de hijos de Abelló (Juan Claudio, Alejandro y Cristian), así como otros profesionales externos como el economista Emilio Ontveros, el exministro Pio Cabanillas y el presidente de Renta 4, Juan Carlos Ureta.
El relevo en Torreal coincide con un momento de rotación en sus activos. En 2018 se desprendió de algunas de sus participaciones históricas, como Imagina (dueño de Mediapró) o Saba, así como lanzó la OPV de Aston Martin y vendió su negocio de opiáceos para invertir en cannabis medicinal. La compañía protagonizó uno de los ejercicios con un beneficio más alto de su historia, 280 millones, de acuerdo a sus últimas cuentas anuales.
Por el contrario, en la primavera pasada culminó la opa que lanzó sobre Telepizza, junto a KKR, Artá y J Safra Group. Aliado, en este caso con el fondo de capital riesgo de Borja Prado, se ha hecho con el control del fabricante vasco Aernnova, de manos de Springwater y su equipo gestor. Su última apuesta ha sido la compañía Germaine de Capuccini, en la que ha coinvertido junto a Acon Investment.