El auditor de la empresa de Alejandro Sanz alerta de la “desaparición” de 15 millones de las cuentas
Gazul, la sociedad del cantante, acaba de presentar los estados contables de 2016
Gazul Producciones, la sociedad del cantante Alejandro Sanz con la que gestiona su carrera y algunas inversiones inmobiliarias, ha presentado en el Registro Mercantil sus cuentas de 2016, lo que supone un retraso de casi tres años. Unos estados contables muy cuestionados por su auditor, que no da su conformidad a los mismos dadas sus discrepancias con la información plasmada.
Estos reflejan unos ingresos de 15,2 millones, un crecimiento del 17% debido a que 2016 fue un año de gira, algo que hace variar “sustancialmente” el negocio de la sociedad, según el informe de gestión. El beneficio fue de 1,3 millones, frente a las pérdidas de 165.000 euros del año anterior.
Las observaciones del auditor se dirigen al balance, que mostraba un fondo de maniobra negativo de 6,4 millones que “indica la existencia de una incertidumbre significativa” sobre el futuro de la empresa. En sus cuentas, Gazul reconoce esas dudas, aunque dice contar con un patrimonio inmobiliario de 20,7 millones para compensar: “Su realización en liquidez no se va a producir en el corto plazo”, reconoce, pero “si fuera necesario podría llevarse a cabo la venta de alguno de estos inmuebles”.
Pero la principal pega del auditor llega después. Al comparar los datos, este dice no “encontrar justificación necesaria y suficiente” para explicar la “desaparición del balance”, durante el ejercicio 2015, “de las reservas de la sociedad por importe de 12,37 millones y los resultados negativos de ejercicios anteriores por importe de 3,29 millones”, algo más de 15 millones que sí figuraban en las cuentas de 2014. Estas cantidades, prosigue el informe de auditoría, “fueron cargadas y abonadas respectivamente contra la cuenta “Derechos de cobro con A.S”, consignando en esta una cifra deudora de 9,08 millones”.
El auditor explica que esta reclasificacion es errónea, y dice haber recomendado a los administradores de Gazul, entre los que entonces aún constaba Alejandro Sanz, que en los ejercicios posteriores “sean recuperados dichos importes mediante la retrocesión de los asientos que ocasionaron su desaparición”.
Este también indica que de los 851.487 euros que la sociedad refleja como existencias, 818.255 deberían reclasificarse como inversiones inmobiliarias; alerta de “saldos contrarios a su naturaleza” de 208.697 euros en el activo y de 225.406 euros en el pasivo; y minorar en 2,4 millones tanto en el activo como en el pasivo por operaciones financieras mantenidas con Morgan Stanley. Por último, reseña la apertura del juicio que enfrentó a Alejandro Sanz con su antigua representante, Rosa Lagarrigue. En septiembre pasado, el juzgado de primera instancia condenó a Gazul a pagar 5,4 millones. Este diario intentó contactar, sin éxito, con la empresa.