El coste de I+D de cada fármaco se dispara un 70% en una década hasta los 1.800 millones
La rentabilidad de esta industria cae a mínimos desde 2010. Las compañías se enfrentan a menores ventas en sus nuevas terapias
La industria farmacéutica innovadora ve cómo la factura de su esfuerzo en I+D se ha disparado en los últimos años debido al objetivo de poner en el mercado nuevas terapias. En una década, el coste medio de la investigación por cada medicamento que llega al mercado ha ascendido casi un 70%, hasta los 1.800 millones de euros, según un informe publicado ayer por Deloitte.
A su vez, las compañías ven cómo cada año esos nuevos fármacos cuentan de media con menos ingresos en lo que en la jerga del sector se conoce como peak sales o pico de venta anuales. En este caso, la facturación media por terapia queda en 340 millones, lo que supone un 54% menos que hace una década.
El incremento del coste de la investigación y las menores ventas tienen, como efecto directo, que la rentabilidad o tasa interna de retorno se haya hundido al 1,8%, el nivel mínimo en los últimos años, desde el 10,1% desde 2010.
El informe de Deloitte Centre for Health Solutions refleja el cambio que la innovación de la industria ha vivido en la última década, donde la tradicional molécula química ha cedido peso a los productos biológicos, como los anticuerpos, mucho más complejos de investigar en tiempo y recursos y que ya suponen el 47% de los portfolios científicos de las empresas. Este estudio elaborado por Deloitte está basado en los datos de 12 grandes multinacionales biofarmacéuticas.
“El cambio en el desarrollo de fármacos hacia modalidades y áreas de terapia científicamente más complejas también ha afectado los tiempos de los ciclos de ensayos clínicos”, detalla el informe, en parte también debido a una cartera de I+D más centrada en oncología, que tiene tiempos más largos de media en comparación con otras áreas terapéuticas.
El estudio de la consultora también refleja cómo las grandes compañías farmacéuticas tienen más complicado acceder a la innovación de empresas biotecnológicas ya que en ese sector ha entrado con fuerza como inversores firmas de capital riesgo. “Las grandes farmacéuticas se enfrentarán a la competencia de competidores no tradicionales”, se señala.
Incluso el control de precios de los medicamentos y las restricciones presupuestarias amenazan la rentabilidad de las empresas. “El entorno de presión presupuestaria en los sistemas públicos de salud y la complejidad creciente en el desarrollo de nuevos fármacos con resultados diferenciales son factores que complican y complicarán más si cabe la recuperación a futuro de la innovación”, afirma Jorge Bagán, socio responsable del sector salud de Deloitte.
Para esta firma de consultoría, la industria debe hacer frente a retos para abaratar la I+D como reducir el tiempo en ensayos, aprovechar las nuevas tecnologías y apostar por la transformación digital para adaptarse a las demandas del futuro de la salud. Bagán apunta a vías como la apuesta por una mayor especialización terapéutica, la colaboración entre compañías a través de fusiones y adquisiciones de start-ups o nuevos agentes o la implementación y uso de nuevas tecnologías.
Búsqueda de fusiones y compras para engordar la cartera
Innovación. El informe de Deloitte destaca que las grandes farmacéuticas dependen “cada vez más de las fusiones y adquisiciones como fuente de innovación” para conseguir nuevas terapias. “Esto puede ser indicativo de los desafíos que a los que se enfrentan las empresas más grandes para lograr el crecimiento”, buscando carteras innovadoras de compañías especializadas en distintas terapias.
Volumen. Como publicó Cinco Días a principio de enero, el volumen de las fusiones en el sector biofarmacéutico alcanzó el pasado año los 420.000 millones de euros, un 10% más interanual, alcanzado niveles récord, según cifras recopiladas por Bloomberg,