Amancio Ortega entra en Enagás con el tope del 5% que fija la ley
Paga 282 millones en la ampliación de 500 millones que cerró el miércoles
Pontegadea, sociedad de cartera del empresario Amancio Ortega, compró este miércoles un 5% de Enagás por 281,64 millones de euros. Y lo hizo a través de ampliación de capital de 500 millones que la energética realizó ese día por la noche para financiar parte de la compra de una participación adicional en la estadounidense Tallgrass Energy. Con esta transacción, anunciada un día antes de la ampliación de capital, Enagás incrementa su presencia indirecta en esta compañía del 12,6% al 30% con una inversión de 836 millones de dólares (unos 750 millones de euros).
La sociedad de Ortega, dueña del 60% de Inditex, a su vez, propietaria de las cadenas de moda Zara, Bershka o Massimo Dutti, ha adquirido el paquete máximo que la ley permite en Enagás a cualquier inversor, ya que esta compañía desempeña la función de gestor técnico del sistema español del gas y transportista de la red troncal de gasoductos. Ortega se ha convertido de esta manera en el principal accionista privado de Enagás y “ha obligado” al Estado, a través de la SEPI, a acudir a la ampliación para no diluir el 5% que también tiene. El Estado es el único al que no afecta la acción de oro de que disfrutan Enagás y REE (su homóloga en el sector eléctrico, ya que no tiene limitación en el capital de ambas empresas. La decisión de comprar nuevas acciones de Enagás le ha costado al sector público 25 millones de euros.
Pontegadea ha desembarcado en Enagás a través de Partler 2006 (la misma sociedad con la que participa en Inditex) mediante la compra de 13 millones de acciones. Se trata de una de las pocas inversiones en empresas cotizadas y reguladas (Enagás lo es prácticamente al 100%) que ha llevado a cabo el empresario gallego, que se centra principalmente en el negocio inmobiliario. Este año Pontegadea ha realizado inversiones por más de 2.000 millones de euros.
Fuentes cercanas a Pontegadea, citadas por la agencia Efe, aseguraron ayer que las inversiones en Telxius, filial de infraestructuras de Telefónica, en la que entró el año pasado, y en Enagás siguen criterios muy “cercanos” a los que se aplican en el sector inmobiliario. En ambos casos se trata de compañías que manejan activos -antenas, cables o redes de gas-, que utilizan otras empresas, según la misma fuente. Sin embargo, Enagás actúa en su campo prácticamente en monopolio.
La ampliación de capital de Enagás ha supuesto la emisión de 23.255.814 acciones a un precio de 21,50 euros por acción, con un descuento de solo el 1,47% respecto a la cotización del día (21,82 euros). La ampliación, dirigida por Goldman Sachs, se realizó en tiempo récord a través de un procedimiento de colocación privada acelerada de acciones sin derecho de suscripción preferente. Según Enagás, la demanda de los inversores superó en varias veces la oferta de nuevas acciones, lo que ha puesto de manifiesto el gran interés de los inversores por la compañía.
Las acciones nuevas representarán el 9,74 % del capital social de Enagás antes del aumento de capital y el 8,88 % con posterioridad al mismo.
Estados Unidos
El incremento del número de acciones derivada de esta ampliación, “no altera el compromiso de Enagás con todos sus accionistas en cuando al dividendo por acción”, señaló la compañía en un hecho relevante a la CNMV. Este compromiso fue establecido en la actualización del plan estratégico presentado el pasado mes de marzo, que se fija el objetivo de pagar hasta 1,74 euros por título en 2023.
Enagás destinará los fondos captados en la ampliación a financiar el incremento de su participación en Tallgras Energy por 750 millones de euros, en una operación que lleva aparejada la exclusión de la compañía estadounidense en 2020 de la Bolsa de Nueva York. El grupo que preside Antonio Llardén participa en la estadounidense a través de varias filiales y tiene ecomo socios a Blackstone, GIC (fondo soberano de Singapur), NPS, USS y otros accionistas minoritarios.
Enagás tomó la decisión de ampliar su capital a la vista del interés transmitido el mismo miércoles por Goldman Sachs, ya que, en principio, la energética tendría caja para financiar una operación que se cerrará la próxima primavera.
Sube en Bolsa
Pese al descuento, las acciones de Enagás subieron ayer un 2,98%, hasta 22,47 euros, animadas por la entrada de Pontegadea en su capital, que se interpretó como espaldarazo a una compañía que ha sufrido este año las consecuencias de la propuesta de recorte de la retribución de las redes de transporte de la CNMC. Según distintos analistas, la entrada de Ortega podría animar a otros inversores.
La propuesta del organismo hizo derrumbarse la cotización el pasado mes de julio, con caídas acumuladas del 25%, y llegó a registrar mínimos de 18,8 euros por acción.
Sorteando el recorte de la CNMC
El anuncio de Enagás de reforzarse en el capital de la estadounidense Tallgrass Energy con una aportación de 750 millones de euros, ha sido interpretado como “una huida hacia adelante” en algunos ámbitos del sector energético. Aunque la compañía que preside Antonio Llardén se ha librado finalmente del fuerte recorte a su retribución que inicialmente propuso la CNMC en su polémica circular, del 21,8% en el conjunto del periodo regulatorio 2021-2026 al 10,5%, este tajo no es tampoco menor (los ingresos quedan en 5.920 millones en el sexenio).
Como el recorte será progresivo y a partir de 2021, Enagás ha mantenido su compromiso de dividendo incluido en su actual plan estratégico. Además, el crecimiento de su perímetro fuera de España le permitiría lograr fondos para mantener el interés del inversor en el medio plazo. En España las posibilidades de crecimiento son limitadas, más aún tras la paralización de las interconexiones previstas con Francia y Portugal.
Todo apunta a que el nuevo accionista, Pontegadea, ocupe un puesto en el consejo de administración. O dos si se tiene en cuenta que la SEPI, también con un 5% de las acciones, cuenta con dos representantes en el consejo. Aún quedan en el mismo un buen número de independientes procedentes de Gobiernos del Partido Popular, como Isabel Tocino, Ana de palacio o Ignacio Grangel.