_
_
_
_
Aviación

Boeing baraja parar la producción del 737 Max ante los retrasos en su vuelta al cielo

La prohibición de volar puede extenderse más allá de enero de 2020

Línea de producción del 737 Max en Renton, Washington
Línea de producción del 737 Max en Renton, WashingtonAFP

Boeing está considerando parar temporalmente de la producción del 737 Max una vez que la autorización administrativa para que el avión vuelva a los cielos parece retrasarse más allá de enero de 2020, han informado a Bloomberg fuentes cercanas a la compañía. La empresa ha ralentizado producción después de la suspensión de permisos de vuelo que siguió a los dos accidentes mortales provocados por errores en los sistemas de la aeronave.

Si bien el consejo de administración está barajando también aplicar otro frenazo en la línea de producción, ejecutivos de la empresa creen que un parón sería menos perturbador. La decisión podría llegar hoy, cuando los directivos revisan los planes industriales dentro del programa de reuniones del mes.

En esta reunión se establecen, además, las políticas de dividendo y de recompra de acciones, operación suspendida a raíz de la crisis del 737 Max. Esta aeronave es la mayor fuente de ingresos de la empresa, la mayor copo ración industrial de Estados Unidos. La duración y el alcance de la prohibición de volar al 737 Max no tiene precedentes en la aviación comercial.

"Seguimos trabajando en estrecha colaboración con la FAA y los reguladores de la comunidad internacional de cara a la certificación y el retorno seguro al servicio del Max", dijo Boeing en un correo electrónico. "Continuaremos evaluando las decisiones de producción en función del calendario y de las condiciones de retorno al servicio, que pueden variar según la jurisdicción."

Planes de Contingencia

El fabricante ha redactado planes de contingencia para distintos escenarios, una vez que el aterrizaje forzoso del Max cumple nueve meses. Boeing redujo la producción del 737 en un 19% en las semanas siguientes la tragedia de marzo, la segunda de dos accidentes provocados por errores en los sistemas de ayuda al piloto que dejaron 364 muertos. Mientras tanto, los costes de inventario se han disparado a niveles récord.

Ya que la compañía no está autorizada a entregar la aeronave mientras la prohibición de vuelos permanece en su vigor, Boeing tiene aparcados más de 380 aviones de nueva construcción. La acumulación podría continuar si la producción se ralentiza en lugar de detenerse. El consejo se reúne después de una semana complicada, en la que ha aflorado la tensión entre la empresa y el administrador de la FAA Steve Dickson, quien amonestó al CEO de Boeing, Dennis Muilenburg, por dar un calendario poco realista para la vuelta al servicio del aparato.

La FAA dijo estar preocupada por la percepción de que Boeing está presionando a los reguladores para que tomen medidas. En un mensaje al Congreso de EE UU, la FAA afirmó haber urgido a la empresa a centrarse en la "calidad y puntualidad de los datos para la revisión de la FAA."

La rara amonestación pública llegó un día después de que Dickson fuera interrogado durante horas por el comité de transportes del Congreso sobre la decisión de la FAA de permitir que el 737 Max seguir volando después del fatal accidente inicial de Max frente a la costa de Indonesia el 29 de octubre de 2018.

Aerolíneas como American Airlines ya han retrasado sus planes para la vuelta a las operaciones del 737 Max. Southwest Airlines, el operador más grande de este tipo de aparatos, baraja un movimiento similar.

Boeing quiere evitar que un parón de la producción deje en la calle a personal altamente cualificado de las 600 empresas proveedoras de la empresa en un momento de estrechez en el mercado laboral de EE UU. Una opción que ha barajado es un parón corto y definido en el tiempo que ahorre costes sin provocar una oleada de despidos en la cadena de suministros.

Archivado En

_
_