Cetelem emite bonos por 1.000 millones respaldados por sus créditos al consumo
La mayor parte de la colocación, hasta 750 millones, son triple A. Su subyacente son créditos para la compra de coches
Vuelve el producto que provocó el estallido de Lehman Brothers en los albores de la crisis económica. Cetelem ha lanzado 1.000 millones en bonos de titulización. La financiera, propiedad del banco francés BNP Paribas, ha conseguido colocar la emisión con sobredemanda en su emisión inaugural de titulizaciones en España.
Estos productos agrupan algunos de los préstamos al consumo que ha concedido la financiera y que vende a inversores en forma de bono, para sacar fuera de su balance estos activos. Tras la quiebra de Lehman Brothers, las titulizaciones fueron un producto muy utilizado por los bancos. Aunque con fines distintos. Las entidades creaban estos bonos respaldados por una parte de su cartera crediticia, pero compraban ellos mismos toda la emisión. El objetivo era acudir a las subastas de liquidez del BCE a través de estos instrumentos.
En este caso, el emisor solo ha suscrito un 5% (el mínimo que exige la normativa), mientras que el resto se ha colocado en mercado. Esto permite a Cetelem sacar de su balance estos créditos.
Europa ha dado los pasos en los últimos meses para recuperar un mercado de titulizaciones que funcione como tal. La Comisión Europea ha creado un sello de calidad y transparencia para estas emisiones, el STS, que está en vigor desde enero. En este año Carrefour ya lanzó un programa similar al que ahora realiza Cetelem con sus tarjetas revolving y en julio UCI (la joint-venture formada por Banco Santander y BNP Paribas) realizó lo propio con crédito inmobiliario.
El subyacente de los bonos emitidos por Cetelem son créditos al consumo concedidos para la compra de vehículos (coches y motocicletas) que pagan un interés medio del 8%, de acuerdo al folleto que ha registrado en la CNMV. BNP Paribas e Intermoney han asesorado la operación.
El total de 1.000 millones que supone la operación se estructura en siete clases. La primera, que supone el 80% de la colocación, es de 790 millones y tiene una alta calificación crediticia. DBRS le da su nota más alta, AAA, y Moody's la deja solo un escalón por debajo, en Aa1. Estas altas calificaciones de las agencias de rating recuerdan también a las titulaciones sobre hipotecas que hicieron tambalear a Wall Street en 2008, cuando esas hipotecas que los respaldaron entraron en impago pese a que las agencias les daban una triple A.
Desde Intermoney explican que este alto ráting responde a la propia estructura de la titulización. "En orden de subordinación, debajo de esta clase A se sitúan bonos por 210 millones que soportan las pérdidas en caso de impago. Esto hace muy complicado que un evento de este tipo afecte a los bonos más blindados", indican. Es decir, en caso de default, las pérdidas serían asumidas primero, y en este orden, por los bonos de clase G (25 millones), F (25 millones), E (20 millones), D (55 millones), C (55 millones) y B (30 millones). El rating de cada una de estos segmentos, de hecho, empeora según disminuye su protección, hasta llegar al B3, seis escalones por debajo del grado de inversión.
En Intermoney también indican que esperan que esta operación sea la primera de muchas titulizaciones sobre financiación de automóviles. De hecho, el mercado confía en una nueva operación de Cetelem de este tipo a lo largo de 2020. Jugará un papel clave para ello la marcha del sector automovilístico y la evolución de las ventas de coches en España, actualmente en caída libre.