¿Por qué languidece la agricultura en el archipiélago?
Poco suelo, la competencia de otros sectores y los precios , las claves. Organizaciones e instituciones piden dignificar la profesión
“Es una carrera de obstáculos larga y hace falta tesón y voluntad para sortearlos. Si encima ser agricultor o ganadero es poco menos que hacer voto de pobreza y trabajar mucho… Pues no son precisamente los valores más atractivos para la gente. Prefieren un horario y no complicarse mucho la vida”. Así resume la situación de quien se dedica al campo alguien que lo conoce muy bien.
Rafael Hernández, presidente en Canarias de la COAG, reconoce tres grandes condicionantes a la actividad agrícola: el funcionamiento del mercado, la escasez y precio del suelo y la del agua. Tres pinceladas que ayudan a pintar el retrato del abandono del campo en las islas. Lo cierto es que en Canarias hay, según datos de la COAG, 136.000 hectáreas de suelo cultivable, del que solo están en uso 45.000.
No es la única región en la que la agricultura y el sector primario han pasado a un segundo plano, pero en el archipiélago los competidores son duros. Y los condicionantes, abundantes. Entre ellos el precio del suelo cultivable. Es el más alto del país, cerca de 90.000 euros por hectárea. Como dice Hernández “es muy caro y a la vez complicado porque si tienes la expectativa de que un plan parcial te cambie mañana la calificación del suelo para que tenga otro uso, difícilmente lo vas a rentar a un agricultor para que lo siembre”.
Para la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, “también influye la orografía, con el minifundismo y ese pequeño territorio que hace que exista competencia entre los usos del suelo (residencial, turístico y agrario) que ocasiona que los precios del suelo sean mayores, además de la poca disponibilidad”. La titular de Agricultura aboga por “justificar las subvenciones que vienen de Europa para compensar el sobrecoste con respecto a otros territorios”.
Sin embargo, otros no creen que el precio de la tierra sea la causa principal del abandono del campo. Miguel Hidalgo, consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, cree que “es una cuestión cultural y de formación. Que demos una alternativa económica con dignidad a las personas que quieran retornar al mundo agrícola y ganadero”. Habla de retornar porque el abandono rural se remonta a los años 60 y 70, cuando los agricultores del interior de las islas emigraron hacia las zonas turísticas costeras atraídos por la construcción y el turismo. Y no es fácil hacerles volver.
El mercado tampoco allana el camino. “Tienes una competencia feroz con lo que viene de fuera. Un problema que se traduce en renta. Por cada euro que un canario gasta en productos agrícolas, de media le llegan al agricultor solo 30 céntimos” señala Rafael Hernández. “Solo con que se respetaran las leyes y se pudiera quedar con 50 o 60 céntimos, estaríamos doblando la renta agraria actual. Eso por sí solo ya atraería gente al sector”.
Todos coinciden en los beneficios de cultivar las tierras “son sumideros de carbono, se evita la erosión, la desertificación y se protege contra los incendios; se mantiene el paisaje y la biodiversidad” afirma la consejera Vanoostende. Hernández añade la salud “producimos con los estándares más altos, los de Europa” y la contribución a la economía circular “consumimos compost hecho con residuos de jardinería o lodos de las depuradoras. Ya no solo somos sumidero de CO2 sino de otros residuos”. Hidalgo añade que “todo lo que dejamos de traer de fuera disminuye la contaminación del transporte”. Por eso el ejecutivo regional quiere menos dependencia exterior “con un plan estratégico para establecer líneas de trabajo que cada año aumenten el autocosumo” destaca Vanostende.
Hidalgo cree “que las campañas de promoción están dando resultado y cada vez se pide más producto local”. El presidente de COAG apunta soluciones estructurales para recuperar el campo: “Una política clara que no dependa de la coyuntura política, incentivar la incorporación de los jóvenes, apoyar la modernización de explotaciones, energías renovables para producir agua de riego y más barata que sea…” Una lista de deseos que, según él, aún está lejos de cumplirse.
La importancia de un sector
Dióxido.Rafael Hernández, presidente en Canarias de la COAG, da datos sobre la importancia para el medio ambiente: “Una hectárea de plataneras consume cinco toneladas de CO2 al año.¿Cuánto contribuye la agricultura a frenar el cambio climático? Este precio no lo pagas al comprar un kilo de plátanos.
Coste del suelo. Según datos del Ministerio de Agricultura, Canarias, con 87.779 euros por hectárea de terreno agrícola en 2018, tiene los precios más caros de España muy por delante de la segunda comunidad, Andalucía, con un precio de 20.456 euros la hectárea.
Área cultivable. La isla tiene unas 30.000 hectáreas cultivables de las que sólo se cultiva la tercera parte. A esto el consejero añade el potencial de los terrenos de agricultura de exportación, sobre todo tomate y plátano, muy dependientes de las políticas agrarias europeas y que han sufrido “una recesión importante”.