La figura del socio capitalista. Cómo emprender en esta modalidad
A niveles prácticos, funciona como un inversor.
Puede que la proximidad del nuevo año te haya servido de inspiración para decidirte de una vez a adentrarte en la aventura del emprendimiento. En España existen muchas fórmulas para iniciar tu propio negocio, pero en esta ocasión te vamos a explicar cómo funciona una de ellas: la del socio capitalista.
Por definición, el socio capitalista es aquella persona física o jurídica que contribuye con capital a una empresa, sin intervenir en la gestión, con el objetivo de disfrutar de los beneficios que obtenga. A diferencia del empresario, el socio capitalista actúa prácticamente como un inversor. Es una figura predominante en las sociedades españolas, donde gestión y propiedad van por caminos separados.
¿Cuáles son los derechos y obligaciones de un socio capitalista?
El socio capitalista y sus derechos y obligaciones quedan vinculados a su aportación de capital. Hay casos en los que, además, se pacta que el socio capitalista pueda intervenir en la dirección y gestión de la organización.
Esto suele producirse en sociedades más pequeñas, como las civiles, limitadas o en las comunidades de bienes, incluso. En este caso, el socio capitalista pasará, a ojos de Hacienda, a ser un autónomo societario, y tributar como profesional.
Según explican los expertos de debitoor.es, conviene aclarar que la figura del socio capitalista no debe confundirse con la de un socio trabajador, ya que este último, autónomo societario, interviene en la actividad de la empresa aunque tenga al menos un 25% del capital de la empresa. De este modo, los emprendedores que decidan iniciar una actividad como socio capitalista pueden ser inversores de su propia empresa, pero también participar en la gestión de la misma, si así lo desease.