Startup: trucos para mantener la confidencialidad en tus proyectos
La Asociación Española de Fintech aconseja proteger la confidencialidad del proyecto y registrar marcas y patentes
Mantener la confidencialidad de los proyectos es una de las pretensiones de cualquier startup. Y es que a pesar de tener una idea original, ésta no siempre garantiza el éxito del proyecto de la empresa. Una de las máximas de toda empresa es que tengan una idea “buena” y que, además, el empresario sepa ejecutarla de manera correcta para que obtenga los beneficios previstos.
No obstante, la primera medida que deben adoptar las empresas es proteger su idea de negocio y proyecto. Para ello, lo habitual es acudir primero a la Oficina Española de Patentes y Marcas.
La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) ha asegurado que una startup debe proteger la confidencialidad de sus proyectos, sobre todo cuando estos incluyan bases de datos que supongan la creación intelectual o una inversión considerable de dinero, tiempo, esfuerzo y energía.
Registrar las patentes y marcas comerciales
Entre los consejos que lanza la AEFI destaca que se registren las marcas, nombres comerciales, patentes, modelos de utilidad y diseños industriales, además de los dominios web, el know how y los secretos empresariales.
Por otro lado, se advierte de la necesidad de acudir al Registro de la Propiedad Intelectual para dejar constancia de cualquier obra artística, literaria o científica o de cualquier programa informático o software.
Desde la AEFI llaman a la cautela y a la conciencia para proteger también jurídicamente el proyecto. Entre los consejos que ofrecen señalan la necesidad de suscribir acuerdos de confidencialidad o NDA (non-disclosure agreement).
En el caso de que participen terceros, indican que hay que “analizar bien los riesgos”. Si no los hubiere y se quiere dar licencia de uso del proyecto, habría que dejar claras primero las condiciones de uso de la licencia. El objetivo de esta medida es asegurar que se reserva la información cuando se comparte con terceras personas o bien cuando se participa en una incubadora de empresas, evento o cualquier otra actividad.
Responsables de la AEFI añaden que una mala praxis, el plagio de una idea o la apropiación indebida de un proyecto son acciones que han sufrido muchas startups y “que han propiciado el recelo en la creación de sinergias en la industria, absolutamente necesarias para la creación de negocio, empleo y atracción de inversión y talento”.