Los bonistas dejan la deuda de Lecta en la mitad después de capitalizar 300 millones
Los ‘hedge funds’ inyectarán hasta 115 millones de euros de liquidez . La reestructuración requiere la luz verde de dueños del 75% del pasivo
La operación de rescate de Lecta ya está vista para sentencia. El grupo papelero, controlado por CVC con más del 61% desde hace más de 20 años, cambiará de dueño, salvo sorpresa, ahora que está listo el documento final con los términos de la transacción. Esta supone que los bonistas se quedarán con el 100% de la empresa a cambio de capitalizar 300 millones de los 600 en bonos que tiene la compañía. Además, inyectarán liquidez por entre 80 y 115 millones.
La alianza para llevar a buen puerto el salvamento de la papelera necesita el visto bueno de dueños de al menos el 75% del pasivo de Lecta. Y el plazo para que den su aprobación concluirá a las seis de la tarde (hora española) del próximo 29 de noviembre. El plan ha sido pergeñado por Rothschild y Evercore, los emisarios de compañía, y por Houlihan Lokey y Wilkie Far, que trabajan para los bonistas.
En principio, el acuerdo contemplaba una reducción del pasivo de 380 a 400 millones de euros. Los asesores consideran ahora que Lecta podrá soportar un nivel mayor de deuda, puesto que los actuales bonos se canjearán por entre 200 y 220 millones de bonos sénior que pagarán el euríbor más el 6% anual y vencerán en cinco años. Los bonos actuales abonan entre el 6,35% y el 6,5%.
Los nuevos dueños también recibirán 100 millones en bonos subordinados que abonarán el euríbor más el 0,25% y además un 7% adicional. Pero este último porcentaje tiene truco. No será en dinero contante y sonante, sino con más deuda: de ahí que se denomine PIK (payment in kind o pago en especie). Esta deuda, con una duración de ocho años, queda a la cola en el ranking de derechos de cobro, por debajo de la nueva línea de crédito y de los bonos sénior.
La línea de crédito actual de 65 millones de euros será pagada totalmente y sustituida por la nueva; el interés de los bonos actuales, que cotizan en torno al 45%, no se abonó ayer, fecha teórica del cobro. La empresa ha entrado, por los tanto, técnicamente en impago y en la práctica se obliga a los dueños de los bonos a aceptar el acuerdo si no quieren perder todos su dinero.
Lecta ha logrado también un acuerdo de liquidez de urgencia por un total de 80 millones para continuar con sus operaciones antes de la ejecución de la reestructuración. Obtendrá 50 millones a través de un acuerdo con La Banque Postale y está en negociaciones avanzadas para lograr otros 30 de un banco español.