Proa cierra con bancos y fondos la financiación para comprar Gallo
BBVA, Sabadell y Bankia estructuran un préstamo en el que entran Oquendo, Tikehau y más vehículos de deuda
Proa lo tiene todo a punto para culminar la toma de una icónica empresa española, Pastas Gallo. El último fleco ha sido cerrar en las últimas semanas un paquete de financiación, por 150 millones, en la que se ha apoyado tanto en bancos españoles como en fondos de deuda, según indican fuentes financieras a CincoDías.
El fondo de capital riesgo comandado por Fernando Ortiz se alzó antes de verano como vencedor de uno de los procesos más disputados del año. Se impuso a Towerbrook y la alianza formada por el fondo Ventura y el dueño de ColaCao, Idilia Foods, y pagó a la familia Espona –que contó con la asesoría de EY, Sabadell y Garrigues– 227 millones por una participación mayoritaria.
La operación se ha estructurado como suele ser habitual en el capital riesgo, como un corporate buyout. Es decir el fondo que compra la compañía financia una parte de la adquisición, en torno a la mitad del importe desembolsado, con deuda que cuelga de la compañía comprada. El resto duele correr por cuenta de los fondos propios del vehículo de capital riesgo.
En el caso de la toma de Pastas Gallo por Proa, la mayor parte del crédito lo otorgan los bancos. BBVA, Sabadell y Bankia han sido las entidades coordinadoras, mientras que CaixaBank y Cajamar también han entrado en el préstamo. Este tramo tiene un vencimiento a entre 6 y siete años.
Los fondos han entrado en el segundo tramo del crédito, liderados por el francés Tikehau. Esta gestora de capital riesgo abrió oficina en Madrid en 2017. De la mano de Carmen Alonso, su jefa en España, ha desplegado una intensa estrategia en deuda, con la que ha financiado la compra de Terratest por Nazca, de Altafit por MCH o de Centauro por Portobello.
Al margen de este segundo tramo reservado para fondos, el español Oquendo ha tenido reservado un papel especial. Ha aportado una parte de la financiación de tipo mezzanine. Es una especie de híbrido entre la deuda y el equity, que se abona íntegramente al vencimiento, de manera similar a un bono.
La nueva financiación permite a Pastas Gallo cancelar la deuda existente con entidades de crédito, que a cierre de 2018 ascendía a los 7,84 millones, según sus últimas cuentas anuales. Vencía entre 2020 y 2023 y pagaba un tipo de interés medio del 0,829%. El nuevo crédito impulsado por Proa eleva el endeudamiento de Pastas Gallo por encima de las cuatro veces su ebitda, de 20,3 millones. La compañía cerró ese ejercicio con un beneficio de 8,57 millones, mientras que los ingresos crecieron hasta superar los 200 millones.