Dia analiza el fichaje de un consejero delegado para España
El CEO del grupo, Karl-Heinz Holland, ha asumido esa función de manera interina
Los cambios en los puestos ejecutivos de Dia todavía no han terminado. Después de la salida de buena parte del equipo directivo anterior a la opa de Letterone, el grupo de supoermercados analiza la incorporación de un consejero delegado que se dedique en exclusiva al mercado español.
Así se extrae de la presentación utilizada para el road show llevado a cabo con invesores antes de la ampliación de capital, y publicada ayer en la CNMV.
En ella, el consejero delegado de todo el grupo Dia, Karl-Heinz Holland, aparece como primer ejecutivo para el mercado español, responsabilidad que asumió tras la salida de Faustino Domínguez, anterior encargado de este negocio.
Holland figura como consejero delegado para España, eso sí, con carácter interino, lo que supone en la práctica que Dia busca un nuevo primer ejecutivo para su principal mercado. Así, Holland podría centrarse en la estrategia global de la empresa. Algo parecido sucedió con la filial argentina, de la que Alejandro Grande, máximo responsable de recursos humanos del grupo, ha tomado las riendas de forma provisional.
Fuentes de la compañía confirman el carácter interino de Holland y que la intención es contratar un CEO para España, si bien aclaran que no se está llevando una búsqueda activa para su incorporación a corto plazo.
Desde su llegada, el equipo de Letterone ha apostado por reforzar cada división del negocio de Dia con un ejecutivo de referencia, como hizo nombrando un consejero delegado para Clarel, y su intención es que haya liderazgos marcados para cada uno de sus cuatro mercados, siempre bajo el mando de Holland.
En el mismo documento, Dia carga la responsabilidad del declive de su negocio en el equipo ejecutivo que trabajaba en aquella época en la compañía. El documento habla de una estrategia de negocio “insostenible”, “corta de vista”, y en el que las “decisiones de los gestores priorizaban el beneficio a cualquier coste”. También alude a la pérdida de calidad en la oferta de frescos y marca blanca, la pérdida del enfoque en el cliente, una estructura compleja o un sistema de franquicias “de baja calidad, con bajo apoyo y control”.