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En colaboración conLa Ley
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Las lesiones derivadas de jugar al ‘fútbol burbuja’ no son indemnizables

Para el tribunal, se trata de un deporte más y, como tal, implica una serie de riesgos que son asumidos por aquel que lo practica

Las lesiones derivadas del conocido como fútbol burbuja, un deporte en el que los jugadores están embutidos en una esfera hinchable gigante desde medio cuerpo hasta la cabeza, no son indemnizables. Se trata, al fin y al cabo, de un deporte más y, como tal, implica una serie de riesgos que son asumidos por aquel que lo practica.

Así lo pone de manifiesto la Audiencia Provincial de Islas Baleares en una reciente sentencia (accede aquí al texto íntegro) en la que descarta la responsabilidad extracontractual de la entidad titular de las instalaciones donde tuvo lugar el percance y ubica el origen del daño en el propio riesgo que presenta la actividad "y que es libremente asumido por quienes toman parte en ella".

El demandante alegó que la lesión se produjo en mitad del partido al tropezar debido al mal estado de la alfombra, cayendo de forma violenta contra una burbuja deshinchada que se encontraba en mitad de la pista. El impacto le causó lesiones severas en el tobillo izquierdo, rompiéndose varios huesos. Por ello, demandó a la empresa titular de las instalaciones para que le indemnizara por los daños sufridos.

Deporte violento

En su sentencia, la Audiencia Provincial se opone a este argumento y aclara que el traspié se originó realmente porque uno de los adversarios le arremetió por detrás. Para la Sala, la finalidad de la actividad consiste fundamentalmente en chocar continuamente con los adversarios para derribarlos, por lo que la caída fue una consecuencia de la "propia dinámica del juego".

El incidente, insisten los magistrados, fue fortuito, ya que tuvo lugar mientras se realizaba una "práctica deportiva violenta". Con independencia del mal estado de las instalaciones, lo cierto es que la causa de la caída "debe situarse en el propio riesgo que presenta la actividad" que el jugador lesionado, al aceptar participar, asumió.

Este peligro "no es desconocido para los participantes en el juego", asevera el tribunal, ya que la propia dinámica del mismo es, precisamente, el choque con otros participantes con las bolas infladas y que persiguen la pérdida del equilibrio del equipo contrario. Por todo ello, desestima el recurso del jugador lesionado y rechaza que la empresa deba indemnizarlo.

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