Ex CEO de Thomas Cook: “He de pensar si he de devolver mi bonus. Pero hoy no”
El turoperador repartió más de 20 millones de libras entre sus directivos en cinco años
El ex consejero delegado de Thomas Cook, Peter Frankhauser, ha pedido disculpas este martes por la quiebra de la compañía y ha señalado que "siente profundamente el no haber podido salvar" a la compañía, además de defender que trabajó "muy duro" en la compañía para ganar su salario base y que no recibió ninguna bonificación entre 2018 y 2019.
El directivo, que ha comparecido en una comisión de investigación del Parlamento Británico, ha sido preguntado sobre si devolverá las bonificaciones recibidas --la empresa pagó 20 millones de libras (22,95 millones de euros) en bonificaciones a directivos en los últimos cinco años--, pero ha reiterado que trabajó "incansablemente" desde que asumió el cargo en 2014.
Frankhauser ha señalado que la última bonificación recibida fue en 2017, un total de 750.000 libras esterlinas (860.568 euros), de las que el 30% fueron en forma de acciones, "por lo que no podrían ser recuperadas". No obstante, ante la insistencia del Parlamento, ha esgrimido que valorará "qué es lo correcto, pero hoy no", al respecto de la devolución de sus bonificaciones.
Además de Frankhauser, también comparecen este martes el expresidente del Grupo, Frank Meysman; el ex director financiero, Sten Daugaard; la responsable del comité de auditoría, Martine Verluyten, y el jefe del comité de remuneración, Warren Tucker.
El próximo 22 de octubre, el Comité también interrogará a los auditores de Thomas Cook, PwC y EY, al Consejo de Información Financiera y al Servicio de Insolvencia.
Además, tendrán que comparecer el antiguo director financiero de Thomas Cook, Bill Scott, al igual que los antiguos directores generales Harriet Green y Manny Fontenla-Novoa, aunque para ellos falta confirmar la fecha, según el Parlamento británico.
Días después de la quiebra del turoperador, la presidenta del comité de Estrategia Empresarial, Energética e Industrial del Gobierno británico, Rachel Reeves, declaró que los "principales protagonistas" de la desaparición de la empresa "deberían enfrentarse al escrutinio público y rendir cuentas de sus acciones antes del colapso de la empresa".