El juez archiva la denuncia contra las hijas y la mujer del fundador de Bodegas Pesquera
Considera que los contratos de arrendamiento que calificaba de falsos responden a una realidad de la que él era consciente
El juzgado de instrucción de Valladolid ha archivado la denuncia impuesta por el fundador de Bodegas Pesquera, Alejandro Fernández, contra dos de sus hijas y su mujer, a las que acusaba de de falsificar un contrato de arrendamiento de los viñedos, rubricado en 2018 y por el que cedían su uso a Bodegas Condado de Haza y a Bodegas Tinto Pesquera, sociedad empresarial que controla la familia.
Después de que Esperanza Rivera y sus dos hijas, Lucía Fernández y Olga Fernández -con más del 50% del capital- prestaran declaración, el juzgado ha sobreseído la causa. Considera que los contratos de arrendamiento que Fernández calificaba de falsos responden a una realidad de la que él era consciente: las fincas de las que es copropietario con su todavía mujer, Esperanza Rivera, son explotadas por las sociedades del grupo empresarial.
Según el auto de sobreseimiento, estos contratos son la plasmación por escrito de una relación arrendataria previa y duradera en el tiempo, conocida y sostenida por el matrimonio formado por Alejandro Fernández y Esperanza Rivera.
El pasado mes de abril, la directora general de la compañía, Lucía Fernández, anunció el cambio de identidad de la empresa que pasó de llamarse Grupo Pesquera a Familia Fernández Rivera. Fernánez explicó que el cambio no obedecía a un plan de modernización ni a una ruptura. Debía considerarse tan solo una adaptación a los nuevos tiempos.
El grupo está compuesto por cinco empresas: el buque insignia Tinto Pesquera y Condado de Haza, bodegas ubicadas en Ribera del Duero; Dehesa de la Granja, en Vadillo de Guareña (Zamora) que se dedica a la comercialización del vino, pero también de garbanzos, queso y aceite de oliva extra; la bodega El Vínculo, en Campo de Criptana (Ciudad Real) y el hotel AF Pesquera, en Peñafiel (Valladolid).