¿Cómo valoran los analistas el ajuste de Santander en su filial británica?
Pese a que no afectará al beneficio ordinario del grupo, varios expertos creen que no se pueden descartar amortizaciones futuras
El Brexit y un “entorno regulatorio complejo” llevó ayer al Banco Santander a comunicar a la CNMV un deterioro de 1.500 millones de euros en el fondo de comercio de su filial británica, Santander UK. El banco explica que el ajuste contable se llevará a cabo en las cuentas consolidadas del grupo a cierre de septiembre y tendrá impacto en el beneficio atribuido pero no afectará al resultado ordinario del grupo, ni al ratio de capital CET1 puesto que los fondos de comercio está excluidos del cálculo.
Los expertos de Bankinter explican que aunque el impacto contable “no resulte explícitamente visible en las cuentas, el mercado interpretará negativamente la noticia en la medida que supone admitir una mayor dificultad para generar ingresos futuros y un reconocimiento de una disminución del valor patrimonial, independientemente de que este ajuste pase o no por resultados y afecte o no al cálculo del VCPA (Valor Contable Por Acción)”.
Santander reconoce el efecto negativo de la nueva regulación en Reino Unido que obliga a separar el negocio de banca minorista del de banca inversión y que le ha supuesto aumentar el volumen de activos en la sucursal de Londres de Banco Santander en unos 40.000 millones de euros.
De esa cantidad, unos 25.000 millones son de un traspaso inicial de activos de Santander UK, por lo que esta entidad se quedan con un tamaño menor y, por tanto, con una previsión de que la generación de beneficios será inferior.
Pero ése no es el único factor para el deterioro de 1.500 millones de euros en el fondo de comercio, ya que Santander admite de que ha aumentado la presión competitiva en Reino Unido y la incertidumbre sobre el impacto del Brexit en la economía del país.
No obstante, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, insiste en que Reino Unido sigue siendo clave para el grupo y prueba de ello es que están invirtiendo "significativamente" para mejorar su posición y atender "aun mejor" a los clientes.
Por su parte, Jonathan Tyce, analista de bancos para Bloomberg Intelligence, asegura que la amortización "tiene sentido" y adelanta que no deberían descartarse "amortizaciones futuras debido a los riesgos del Brexit y la intensa competencia a la que se enfrenta la unidad de Reino Unido".
En cambio, Nuria Alvarez, analista de Renta 4, destaca el hecho de que se trate únicamente de un efecto contable y "un movimiento de ajuste que es coherente con el entorno de incertidumbre actual en Reino Unido”.
Por su parte, tras conocerse este anuncio, Barclays reitera su recomendación para la entidad financiera española en sobreponderar y el precio objetivo en 4,80 euros. Las acciones de Santander, que durante gran parte de la jornada cotizaron a la baja, cerraron con una subida del 0,39%, en línea con el comportamiento del selectivo, que tras ceder más de un 1% concluyó la jornada con una caída del 0,36%.
El consenso de Bloomberg se mantiene hoy sin cambios para el valor tras conocerse esta noticia. El 66,7% de los expertos que forman parte del consenso recomienda comprar; el 20% cree que es momento de mantener en cartera mientras que el 13,3% recomienda deshacer posiciones.
En cuanto al precio objetivo, el consenso fija en 4,76 euros esta valoración media, lo que supone un potencial del 31% respecto a los precios actuales de cotización en 3,61 euros.
Primer dividendo de 2019
El consejo de administración celebrado ayer martes también aprobó el primer dividendo con cargo a los resultados de 2019 por un importe total de 0,10 euros por acción, que se abonará íntegramente en efectivo a partir del 1 de noviembre.
El importe es similar al que se pagó hace un año entre agosto (0,065 euros) y noviembre (0,035 euros). Además, el consejo del Santander ha confirmado su intención de mantener un porcentaje del beneficio atribuido ordinario de 2019 que se dedica al dividendo de entre el 40% y el 50%, y que la proporción del dividendo en efectivo sea al menos de la misma cuantía que el año pasado.