_
_
_
_
Crónica bursátil

El Ibex pierde los 9.100 por el castigo a la banca y las acereras

El selectivo pierde un 0,93% y la rentabilidad de la deuda española cae al 0,15%

EFE

La deuda fue una vez más el activo que más brilló en el mercado. No es que las ganancias que reportaron a los inversores fuesen atractivas, sino que fue de los pocos productos que escapó a las pérdidas en una sesión en la que el rojo fue el color imperante.

A los débiles datos macroeconómicos –la actividad del sector privado registró en septiembre su menor expansión desde junio de 2013 y cerró en los 50,4 puntos– se sumaron las dudas que generan las negociaciones comerciales entre EE UU y China y las tensiones en el Golfo Pérsico. Esto fue suficiente para que los inversores dejaran de lado la Bolsa y buscaran refugio en la deuda. 

La caída de las rentabilidades fue generalizada y en España estuvieron favorecidas por la mejora de la calificación efectuada el viernes por S&P y DBRS. La agencia estadounidense elevó la solvencia de España a A desde A- en la que es la primera subida desde marzo de 2018. A comienzos del pasado ejercicio la firma siguió los pasos de Fitch y devolvió la nota el notable (A-) a España. Con la mejora efectuada la semana pasada, la deuda española logra la mejor puntuación desde 2012, pero todavía está dos escalones por debajo de la máxima nota otorgada por S&P en 2010 (AA+). La revisión al alza es un aliciente más para los inversores extranjeros, propietarios del 47% de la deuda en circulación, nuevo máximo. El viernes también fue el turno de la agencia canadiense DBRS que mejoró la perspectiva de “estable” a positiva. El rating se mantiene en A.

Bono español a 10 años a septiembre de 2019

En este contexto el rendimiento de la deuda española a diez años bajó nueve puntos básicos, hasta el 0,149%. “La decisión de S&P ha sorprendido a los inversores. Sin embargo, la reacción en el mercado de deuda, aunque positiva, no ha sido exagerada porque las rentabilidades están ya en niveles muy bajos”, explican en Renta 4. Los títulos españoles todavía se encuentran lejos del mínimo de 0,03% que marcó en agosto. La prima de riesgo cerró en los 73 puntos básicos.

La agencia señaló el lunes que la mejora de la calificación a España no se traducirá en una revisión inmediata del rating del sector bancario. S&P apunta que aunque la mejora del rating soberano conllevará un alivio para los ratios de capital de las entidades ajustadas al riesgo, no es suficiente para alterar la visión sobre la fortaleza de capital de las entidades.

La ausencia de un Gobierno hace difícil nuevas revisiones al alza de la nota. Cinco días después de las elecciones (las cuartas en cuatro años) Moody’s será la encargada de emitir el veredicto, justo cinco días después de que se celebren las elecciones. Esta agencia es la más exigente y a comienzos de 2018 fijó el rating en Baa1 con perspectiva estable. Un mes después, el 13 de diciembre, será el turno Fitch que sitúa la nota de España en A-.

Por efecto contagio, la deuda italiana también se vio favorecida por el rally de los bonos españoles. Los inversores que busquen algo de rentabilidad en encuentran los títulos transalpino el terreno perfecto. La mayor estabilidad de su Ejecutivo unido al paraguas del BCE llevan a muchos a aportar por los bonos italianos. La rentabilidad de la deuda con vencimiento en 2029 bajó otro nueve puntos básicos hasta el 0,83%. El rating de la tercera economía de la zona euro se sitúa en BBB según S&P y Fitch y en Baa3 de acuerdo a los cálculos de Moody’s. La rentabilidad de la deuda alemana también bajaron, pero en este caso el recorte del bund se limitó a los cinco puntos básicos, hasta el -0,58%.

Pérdidas en Bolsa

Por si el clima no estuviera lo suficientemente revuelto, los inversores tuvieron que hacer frente a la quiebra del touroperador británico Thomas Cook, que aceleró las pérdidas en las Bolsa europeas con el sector turístico en el punto de mira. El Ibex, que viernes quedó cerca de los 9.200 puntos, cedió un 0,93%. Las caídas de la Bolsa española se situaron en línea con el resto de índices europeos. El Dax alemán, el Cac francés y el Mib italiano cedieron un 1%, descenso que el FTSE británico se limitaron al 0,26%.

ArcelorMittal encabezó los descensos del Ibex 35 al bajar un 5,73%, algo más moderados fueron los descensos de Acerinox, que se limitaron al 2,2%. La segunda cotizada con peor desempeño fue BBVA que se dejó un 4,38%, seguida de cerca por Amadeus, que bajó un 3,71% penalizada por la quiebra de la británica Thomas Cook. La entidad que preside Carlos Torre no fue la única que se decantó por las ventas. Santader cedió un 2,75%; Bankia, un 2,6%; Bankinter, 2,18%; Sabadell, un 2,14% y CaixaBank, un 2%.

En el lado de los ascensos destacaron Cellnex (2,79%), Grifols (2,34%), Inditex (1,28%) e Iberdrola (0,84%). Es decir, compañías que corte defensivo que en lo que va de año registran un buen comportamiento.

En el mercado de materias primas, el Brent sube más de un 1% entre nuevas dudas de que Arabia Saudí pueda recuperar los niveles de producción este mes, tal y como había avanzado. En el mercado de divisas el euro cotiza a 1,098 dólares (pierde dos décimas respecto al cierre de ayer). 

Archivado En

_
_