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Distribución

Dia dispara sus pérdidas a 418 millones en el primer semestre

La caída en las ventas del 7%, el saneamiento del balance y el deterioro en Brasil hunden el resultado del grupo de supermercados

Dia Primer semestre
Belén Trincado / Cinco Días
Javier García Ropero

Dia acumula unas pérdidas de 418 millones de euros al cierre del primer semestre. Así lo muestran los resultados hechos públicos este lunes, que reflejan el deterioro del negocio del grupo de supermercados propiedad del fondo luxemburgués Letterone. Este cierra los primeros seis meses de su ejercicio fiscal con una caída en sus ventas netas de un 7% hasta 3.444 millones. Sus ventas comparables también cayeron un 7,8%, en comparación con la caída del 3,6% en el mismo periodo de 2018, "debido a los niveles de falta de stock en nuestras tiendas y almacenes por la complejidad del entorno de negocio", explica la compañía. Su ebitda ajustado es negativo en 55 millones, afectado por la normativa de alquileres. Sin ese efecto, el ebitda es positivo en 13,5 millones, un 90% menos.

La compañía ha acometido durante los primeros seis meses del año un proceso de saneamiento a todos los niveles.  Por un lado en su red de tiendas. Dia ha cerrado un total de 663 establecimientos "deficitarios", y ha reconvertido hasta 222 locales franquiciados en propios para impulsar su actividad.

También se ha visto arrastrada por la mala situación de su negocio en Brasil, su segundo mayor mercado por volumen de ventas. Esta filial ha visto caer sus ingresos un 15%, y la matriz ha tenido que suscribir una ampliación de capital de 40 millones. También ha llevado a cabo cierres y un despido colectivo. Además, Dia ha tenido que tirar de sus fondos propios para reducir la incertidumbre entre sus proveedores y acortar los periodos de pago. Otro de los factores ha sido la optimización del surtido comercial para lograr una reducción significativa del número de referencias y el reconocimiento pagos y pasivos "que no habían sido previamente provisionados de forma adecuada".

Un saneamiento de distintos aspectos del balance que, junto a la caída de las ventas, explican las pérdidas semestrales. En el primer semestre, dice el informe de gestión, "la prioridad inmediata ha sido normalizar la relación con las aseguradoras de crédito y toda la base de proveedores, recuperar y eliminar las faltas de stock, y abastecer completamente las tiendas y almacenes".

En paralelo, la compañía ha anunciado que ha puesto en marcha un ERE en su filial El Árbol, vinculado al cese de la actividad en sus tiendas Max Descuento y que afectará a un máximo de 210 personas.

Estos resultados han hecho que, a 30 de junio, Dia acumulase un patrimonio neto negativo de 566 millones de euros. La compañía de supermercados cerró durante el mes siguiente el acuerdo de refinanciación de su deuda y la inyección de liquidez con las entidades financieras, que le permitió abonar los 306 millones de euros en bonos que vencían el 22 de ese mes. Dia recuperó el oxígeno tras entrar en causa de disolución. Su propietario, el magnate ruso Mijail Fridman, aportó un crédito participativo de 490 millones y que convertirá en fondos propios en la próxima ampliación de capital que la compañía ejecutará antes de fin de año, por valor de 600 millones de euros. La compañía explica que la refinanciación, la nueva inyección recibida, los préstamos participativos y los ingresos de la futura ampliación de capital "implican la eliminación de la causa de disolución por pérdidas".

Dia explica que durante julio y agosto han empezado a notarse los "efectos positivos" de la normalización del stock: "En este periodo las ventas comparables muestran una recuperación gradual y significativa desde los mínimos históricos registrados en junio (-15,5%)". “La nueva dirección de Dia es plenamente consciente de la exigente situación. El equipo tiene los conocimientos y la experiencia para poner el negocio de nuevo en marcha y continuar tomando las medidas necesarias para situar a Dia en una posición de fuerza y lograr el éxito a largo plazo. Todos los días habrá mejoras y cambios, lo que llevará algún tiempo", ha apuntado el consejero delegado Karl-Heinz Holland en un comunicado. Este presentará un actualización del plan de negocio a largo plazo de la compañía antes de que acabe el año.

Hay que recordar que Dia acumuló unas pérdidas de 144 millones de euros en el primer trimestre, y un ebitda de 12,4 millones, un 77% menos.

Durante la opa que Letterone lanzó sobre Dia, el fondo encargó un informe de valoración a la consultora Duff & Phelps en el que preveía unos ingresos netos de entre 7.000 y 7.200 millones de euros para el conjunto de 2019, por debajo de los 7.288,7 millones que alcanzó a cierre de 2018. Este también apuntaba a poder obtener un ebitda ajustado en cero euros al concluir el ejercicio en curso. En el último ejercicio obtuvo un ebitda ajustado de 385,4 millones.

Ese aire en forma de millones le permitió tomar la decisión, hace escasos días, de dar marcha atrás a la venta de Clarel, cuya venta fue durante meses imprescindible para que los bancos aceptaran refinanciar la deuda del grupo. Sin embargo, esto dejó de ser algo obligatorio en el acuerdo final, y la empresa canceló la venta afirmando creer "firmemente en el potencial" de la filial de droguería. Además, nombró un consejero delegado propio para independizar su gestión de Dia.

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

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