Standard & Poor's aplaude la gestión financiera “prudente”de Barcelona y confirma su calificación
La agencia prevé que el equipo de Ada Colau mantendrá la disciplina presupuestaria aunque ve riesgo en la fragmentación política
Standard & Poor's muestra confianza en la gestión de las finanzas del Ayuntamiento de Barcelona. Los analistas han confirmado el rating de la deuda a largo plazo de la ciudad en A- porque consideran que el nuevo equipo de Gobierno liderado por Ada Colau "continuará con una gestión sólida, bajos niveles de deuda y una liquidez muy firme", respaldada además por el crecimiento económico aún sólido que la agencia mantiene para España, aseguran los expertos. La perspectiva se mantiene positiva.
Los analistas sostienen que aunque el gobierno de la ciudad está reduciendo los altos superávit que registraba anteriormente, "se mantiene comprometido con resultados financieros sólidos, con márgenes operativos sostenidos y ligeros superávit después de inversiones y niveles de deuda estables". Los analistas esperan que la deuda de la ciudad se mantenga estable hasta 2022 en alrededor de 836 millones de euros.
Además, la "sólida economía" sigue sosteniendo un crecimiento en los ingresos que, junto con una gestión financiera prudente, "mantienen sólida la solvencia de Barcelona".
S&P sostiene que su evaluación de la economía de Barcelona está "en línea" con la de España, aunque algunos indicadores socioeconómicos son más sólidos, como la bajada del desempleo. Sin embargo, en comparación con otras ciudades importantes de Europa, "el paro en Barcelona sigue siendo alto". Con todo, "los vínculos presupuestarios entre Barcelona y el gobierno central no nos permiten calificar la ciudad por encima de nuestra calificación actual a largo plazo para España".
Límites de gasto
S&P explica que equipo de gobierno recientemente elegido "continuará cumpliendo con su propio conjunto de objetivos financieros (que son más estrictos que los nacionales) con superávit menores pero márgenes operativos y niveles de deuda consistentes por debajo del 60% de los ingresos operativos", señala el informe de S&P
La ciudad había registrado "repetidamente superávit" en los últimos años, debido a sus "prácticas presupuestarias prudentes". Estos excedentes "han disminuido gradualmente" a una posición equilibrada para evitar sobrepasar el objetivo como ocurrió antes. La legislación española, señalan los expertos, es muy restrictiva con respecto al uso de superávit pasados.
La agencia explica que, desde la crisis de la deuda europea, el gobierno español "ha intensificado los controles sobre los gobiernos locales y regionales" mediante límites de gasto y deuda, y fortaleciendo las reglas de control del déficit. Al mismo tiempo, ha implementado medidas de apoyo financiero, como extender los préstamos del gobierno central para liquidar las deudas de con los proveedores y permitirles a los gobiernos regionales y locales una mayor flexibilidad fiscal. Barcelona no se ha beneficiado directamente de las medidas de apoyo "porque su desempeño financiero ha sido sólido durante varios años".
Riesgo político
Los resultados de las elecciones locales de mayo confirmaron que el marco político de Barcelona "todavía está fragmentado". La coalición gubernamental, dirigida por Ada Colau, tiene una mayoría muy limitada; por lo tanto, la inestabilidad política "sigue siendo un riesgo". Si bien aunque esto no afecta la visión de los analistas "del compromiso de la administración con la disciplina fiscal", sí podría complicar el proceso para aprobar los presupuestos.
Desde S&P esperan que, en línea con sus propios objetivos, Barcelona registre superávit operativos cercanos al 15% de los ingresos en el periodo 2019-2022, por debajo del 20% registrado entre 2012 y 2015 y señala el aumento del gasto social del consistorio. "Creemos que el gasto operativo seguirá siendo alto en los próximos años, aunque no amenazará los márgenes operativos de la ciudad, porque esperamos que los ingresos operativos continúen aumentando", señalan.
Previsiones para el periodo 2019-2022
Standard & Poor's pronostica inversiones por un promedio anual de 465 millones entre 2019 y 2022. El nuevo gobierno electo "no ha elaborado un nuevo plan de inversión, pero no esperamos que los niveles de inversión cambien sustancialmente", aseguran.
Los expertos esperan que para 2019-2022, las necesidades de financiación de Barcelona se limiten a la refinanciación. En 2018, las necesidades de refinanciación de la ciudad totalizaron 49.5 millones, que cubrió con un tramo de un préstamo de 100 millones del Banco de Desarrollo. Las necesidades de refinanciación de Barcelona para 2019 y 2020 serán de 55,9 millones y 81,4 millones, respectivamente.
En cuanto a la liquidez, los expertos esperan que se mantenga "sólida" en 2019 y 2020. La liquidez "podría disminuir ligeramente debido al gasto de capital", pero los analistas no esperan que la ciudad use liquidez para financiar deuda, que continuará refinanciando. "Barcelona gestiona activamente su liquidez y mantiene el período de pagos a proveedores constantemente por debajo de los 30 días"explican.