Mayoral estanca sus ingresos y reduce beneficios al peor nivel desde 2011
La facturación fue de 345 millones, el 69% generada en el exterior
La firma textil malagueña Mayoral, especializada en prendas infantiles, estancó sus ventas durante el ejercicio 2018, como reflejan las cuentas de ese ejercicio.
La sociedad Indumenta Pueri, cabecera del holding empresarial propiedad de la familia malagueña Domínguez de Gor, registró una cifra de negocios de 344,8 millones de euros durante el año pasado, apenas medio punto porcentual por encima de las cifras del año anterior, y por debajo de su estimación de 365 millones. La evolución del mercado internacional permitió a la firma anotarse una mejora anual. Este generó unas ventas de 238 millones, tres más que un año antes, y supone el 69% de las ventas totales del grupo.
Por su parte, las ventas nacionales se anotaron una caída de medio punto porcentual, hasta los 106,7 millones, y representando el 31% de los ingresos.
El cierre del ejercicio 2018 se saldó con un beneficio de 50,8 millones de euros, una caída del 26% respecto al año anterior. En ello tuvo que ver, además del estancamiento del negocio, la aplicación de unos deterioros de 55 millones de euros. Este diario ha intentado conocer una valoración de estas cifras por parte del Grupo Mayoral, sin obtener respuesta.
Según las cuentas anuales de la compañía presentes en la plataforma Insight View, el beneficio de 2018 supone el resultado consolidado más bajo desde el ejercicio 2011.
Lo que si aumentaron fueron los activos financieros que el grupo textil tiene en su balance. La familia Fernández de Gor tiene una importante actividad inversora, a través, principalmente, de la sociedad Wilmington Capital.
En el balance de Indumenta Pueri constan unos activos financieros a largo plazo por valor de 587,7 millones de euros, y 14 a corto, que suman un total de 602 millones, cerca de dos millones más que en el año anterior.
Sin embargo, los réditos de las distintas participaciones en las que invierten los Domínguez de Gor, principalmente compañías cotizadas españolas, fueron menos sustanciosos que en el año pasado, con un beneficio consolidado de 520.000 euros, por los 6,7 millones que recibió el año anterior.