Pumarejo, el puente de Sacyr que acelera el desarrollo del Caribe
La infraestructura en Barranquilla comenzó a construirse en 2015
A Barranquilla se llega por carretera desde Santa Marta (95 kilómetros), cruzando un puente que fue bautizado en 1974 con el nombre de un expresidente de Colombia, Laureano Gómez. La infraestructura, de 3,2 kilómetros, permite vadear el majestuoso estuario del Río Grande de la Magdalena para continuar hasta Cartagena de Indias (135 kilómetros).
Los accesos al viejo viaducto y el propio puente, de un carril por sentido, sufren atascos crónicos. Igual que en los 230 kilómetros de la llamada Ruta Atlántica Colombiana, en los que resulta forzada la convivencia del conductor con una manada inquietante de camiones gigantes de mercancías, conocidos como “tractomulas”.
Pegado al viejo viaducto Laureano Gómez ha crecido, como por arte de ensoñación, una réplica, estilizada, funcional, que multiplica su capacidad: el recién acabado puente Pumarejo. Sacyr, la constructora española adjudicataria del proyecto, ha puesto en pie en tiempo récord una elegante estructura atirantada, de la que alardea “es la mayor de América Latina”. Jorge Enrique Restrepo, director colombiano de la obra, explica que el puente Pumarejo se gestó en 2004 y comenzó a construirse en 2015.
Fija la atención en su vano central de 380 metros con soporte atirantado. De lejos, los 168 tirantes parecen finas cuerdas, pero en la corta distancia son robustas lianas inclinadas. La longitud total del viaducto es de 2.173 metros. Su ancho de 38 metros lo ocupan seis carriles (tres por sentido), más una ciclovía adicional y un paseo para caminantes y corredores. “Pumarejo será una calle más de Barranquilla”.
En cinco años de trabajo ha dado ocupación a 1.400 personas, el 80% de la zona. La superficie construida es equivalente a 14 campos de fútbol; el metal consumido multiplica por 4,5 veces el hierro de la torre Eiffel. Su presupuesto inicial de 180 millones de euros fue ampliado en 22 millones.
Autocimbra
David Gutiérrez es un ingeniero español de Sacyr que ha accedido a la dirección del proyecto de Pumarejo tras capitanear la ampliación del puente de Rande en la ría de Vigo. Destaca el uso de la autocimbra, “una novedad constructiva en esta parte del mundo”. Se trata de una “fábrica portátil instalada en el tablero del puente”. Avanza a nuevas posiciones a medida que deja totalmente concluidos los tramos precedentes. Gutiérrez valora la originalidad tecnológica y eficacia constructiva de la autocimbra, pero remarca que “al facilitar un proceso repetitivo permite avanzar con un estricto control de costes”.
El próximo mes de octubre comenzarán a circular vehículos por la flamante infraestructura, y el conductor que pase sin solución de continuidad de una vieja carretera del siglo XX a la colosal obra del puente Pumarejo podrá pensar, con derecho, que se ha empezado a construir la casa por el tejado. El directivo de Sacyr asegura que “la Cámara de Infraestructura Colombiana tiene el compromiso y el presupuesto” para desarrollar los enlaces de Pumarejo con Barranquilla, Santa Marta, Cartagena. “Las autoridades locales se han conjurado para convertir al nuevo puente en el dinamizador de la economía de la zona”.