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Qué propone el peronismo y por qué asusta tanto al mercado

La falta de concreción del programa económico de Alberto Fernández hace temer a los inversores que el país pueda volver a sufrir controles de capitales y una suspensión de pagos

El candidato del peronismo, Alberto Fernández, tras su triunfo en las elecciones primarias.
El candidato del peronismo, Alberto Fernández, tras su triunfo en las elecciones primarias.EFE

La contundente victoria del candidato peronista a la presidencia de Argentina, Alberto Fernández, del Frente de Todos, en las elecciones primarias del pasado domingo arrasó los mercados el lunes: la Bolsa argentina se desplomó un 37%, su mayor caída desde 1990, y el peso se depreció un 32% hasta la intervención del banco central argentino.

Los inversores temen su victoria en las presidenciales de octubre, en parte por su pasado como exjefe de ministros entre 2003 y 2008 en los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Si las encuestas aciertan y llega a la Casa Rosada, tendrá que lidiar con una inflación interanual del 55,8%, una tasa de desempleo del 10,1% y una economía en recesión. Asimismo, deberá cumplir los compromisos a los que el actual presidente del Gobierno y candidato a la reelección, Mauricio Macri, llegó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un rescate de 57.000 millones de dólares (51.000 millones de euros).

Es este último punto el que más preocupa a los mercados, que temen que Argentina entre en suspensión de pagos. De hecho, los CDS o seguros de crédito (que miden lo que cuesta asegurar contra el impago una emisión de deuda) se dispararon el lunes hasta una probabilidad implícita de default del 70%, según Bloomberg.

Por el momento, el poco detalle en materia económica que incluye el programa electoral de Fernández no ha servido para paliar estos miedos, hecho que Macri ha aprovechado para publicar las medidas que implementará para intentar salvar al país de la crisis en la que está inmerso.

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Inflación

Fernández propone combatir la inflación a través de un pacto económico y social con los empresarios y sindicatos. El candidato espera que todos los sectores acuerden la estabilización de los precios, al tiempo que se potencie el crecimiento, la producción y aumenten los salarios, que han caído alrededor del 20% en los últimos cuatro años. Fernández afirma que las tarifas de los servicios públicos están “dolarizadas”, por lo que plantea revisar una posible bajada del precio en cada sector.

Rescate del FMI

El préstamo acordado por Macri con el FMI comprometía al país a emprender una serie de medidas de ajuste, entre las que se encontraba la reducción del déficit fiscal para lograr un superávit del 1% en 2020. Sin embargo, el partido de Fernández quiere renegociar este acuerdo para aplazar los vencimientos de la deuda y vincular los pagos al crecimiento del PIB.

El candidato peronista ha reiterado que Argentina tiene la voluntad de pagar la deuda y no caer en default, aunque su intención es replicar la reestructuración que hizo Néstor Kirchner. Por el momento, Argentina tendrá que comenzar a devolver el préstamo del FMI a partir de 2021. Asimismo, el país acumula una deuda de alrededor de 325.000 millones de dólares, de los cuales, el 60% vence en los próximos cinco años. En 2020, los vencimientos ascenderán a 30.000 millones de dólares.

Fortaleza del peso

Fernández quiere convertir el peso en una divisa competitiva que le permita “producir y exportar”, para defender de esta manera la industria y el empleo local, así como lograr un “ahorro efectivo de divisas”.

Para todo ello, plantea la creación de un régimen especial de inversiones en el sector energético, principalmente en el yacimiento de Vaca Muerta, para aumentar la inversión privada, lo que tendrá como consecuencia, según su programa, la generación de un superávit de divisas que permitirá acumular amplias reservas y revertir el déficit actual.

Asimismo, propone impulsar el sector manufacturero y de servicios, así como fortalecer el papel que el turismo tiene en la economía argentina en la actualidad.

Por otro lado, el Frente de Todos ha intentado alejar los fantasmas de la vuelta al control de capitales que estuvo vigente durante casi todo el segundo mandato de Cristina Kirchner (2011-2015) y ha asegurado que no volverá a implementar esa política. De hecho, el propio Fernández fue entonces muy crítico con esta medida. Sin embargo, Axel Kicillof, hombre de confianza de Cristina Kirchner y ministro de Economía durante su último Gobierno, deslizó que “habrá que pensar en algún tipo de control a la salida de capitales” en caso de que se produzcan masivas salidas de capitales de Argentina. 

Empleo

El Frente de Todos propone recuperar el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, ahora relegado a una secretaría, para frenar los elevados niveles de desempleo: la tasa de paro se encuentra en máximos de 13 años.

Fernández considera que la reactivación de la economía y el consumo reducirá el desempleo. No obstante, su programa incluye medidas como dar incentivos para la contratación u otorgar al Gobierno el papel de árbitro entre patronal y sindicatos para garantizar la negociación de salarios.

Una nueva relación con el exterior

 

El Frente de Todos quiere potenciar el rol integracionista de Mercosur, como en la época en la que gobernaba Lula da Silva en Brasil, los Kirchner en Argentina, Fernando Lugo en Paraguay y Hugo Chávez en Venezuela. Asimismo, se opone al acuerdo al que ha llegado el bloque recientemente con la Unión Europea y pretende revisarlo si llega a la Casa Rosada.

Mauricio Macri ha criticado que el anterior Gobierno peronista "aisló" a Argentina del mundo y limitó su relación exterior a países como Venezuela e Irán. Fernández ha desmentido esta afirmación y ha asegurado que mantendrá una política de no intervención respecto a Venezuela, en línea con la decisión que adoptaron México y Uruguay.

La formación peronista no quiere descuidar su relación económica y "estratégica" con Brasil, a pesar de los últimos cruces públicos entre el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y el propio Fernández. El líder ultraderechista pidió el voto por Macri y aseguró que "Cristina Kirchner y su banda son unos delincuentes de izquierda". Fernández le contestó que "es un machista, misógino y racista".

 

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