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Wall Street se tiñe de rojo y registra la peor sesión del año

El selectivo español pierde las ganancias anuales mientras que el Dow Jones cede un 3%

El miedo a la recesión crece en el mercado
CINCO DÍAS

Agosto se está mostrando, una vez más, como un mes de extrema complejidad para el mercado, que hoy vive una sesión negra. Todos los activos de riesgo caen de forma casi homogénea; en el caso del Ibex, ha cerrado con una caída del 1,98% hasta un nuevo mínimo anual de 8.522,7 puntos, con lo que entra en pérdidas anuales y retrocede el 0,2% en 2019. El miedo a la recesión global, fundamentado en la guerra comercial y avivado hoy por los datos económicos en China y Alemania, está detrás de la oleada vendedora. En Wall Street, las pérdidas se han ido incrementando a lo largo de la jornada y el Dow Jones ha cerrado con la mayor caída del año, un 3,05%, tan solo una semana después de registrar su peor sesión de 2019. Los otros dos principales estadounidenses también se tiñeron de rojo: el Nasdaq cedió un 3,02% y el S&P 500, un 2,93%.

Aunque la mayor señal de preocupación está en la deuda. Hoy los tipos de la deuda caen en picado ante el miedo a la recesión (que trae menos inflación e intereses más bajos) y ante la fuga de dinero de los activos de riesgo. El bono español marca mínimo en el 0,144%, con un descenso de 7 puntos básicos, el alemán lo hace en el -0,65% y en Estados Unidos el bono a 10 años baja 12 puntos y cotiza por debajo del 1,6%, menos que el bono a dos años, algo que no sucedía desde 2007, justo unos meses antes del estallido de la Gran Recesión. En Gran Bretaña también se ha invertido la curva de tipos de interés y, por primera vez desde 2008, el rendimiento del bono a 2 años supera al de una década.

Esta situación, la inversión de la curva de tipos, ha antecedido a una recesión las tres últimas veces que EE UU ha entrado en contracción económica, la última vez en 2007. Al contrario no es así; es decir, no siempre que la curva se invierte se produce una recesión. El movimiento, en todo caso, indica que los inversores ven a medio plazo menos inflación y crecimiento y deciden abandonar sus posiciones en renta variable para buscar refugio en la deuda, un activo protegido por los constantes estímulos de los bancos centrales. 

La oleada pesimista empezó de madrugada. En China se han publicado cifras de ventas minoristas y de producción industrial (que crece al menor ritmo desde 2002, un 4,8%) peores de lo esperado. En Europa, Alemania ha publicado hoy el dato de PIB del segundo trimestre, que ha resultado en línea con lo previsto. Una contracción del 0,1% que mucho tiene que ver con la guerra comercial iniciada por Trump y el frenazo en las inversiones, además de con el mal momento del sector del motor. El PIB europeo del trimestre se ha saldado con un escaso 0,2%.

Así, la distensión entre China y Estados Unidos, menos de 15 días después de que los inversores huyeran despavoridos ante la depreciación del yuan, sirvió de muy breve alivio a unos mercados con sobredosis de preocupaciones.

ArcelorMittal, empresa dependiente del ciclo, es el valor que más baja, al cerrar con un retroceso del 7,72%. Pero lo que más pesa en el Ibex es la banca, con descensos que han sido superiores al 4% para Santander, CaixaBank, Bankia y Bankinter debido a las perspectivas de tipos. De hecho, el índice sectorial de la banca en el Stoxx 600, que recoge la evolución de las cotizaciones de los diferentes bancos en el selectivo, se encuentra hoy en mínimos históricos en los 78,6 puntos. En la sesión de hoy, tan solo la industria automovilística está teniendo peor desempeño que las entidades financieras y el euríbor, tipo de referencia de préstamos interbancarios e hipotecas, ha perforado nuevos niveles récord en negativo al fluctuar en torno al -0,357%.

Por un lado, los antecedentes de tira y afloja entre Washington y Pekín obligan a la prudencia: Trump suele aliviar la presión comercial cuando la Bolsa baja, y China ha indicado, según Bloomberg, que mantendrá los planes para volver a negociar ya en septiembre. Y, por el otro, son preocupantes son los datos macro.

En las divisas, el carácter de valor refugio del yen hace que se dispare un 0,8% contra el dólar. El euro, que en la sesión del martes pinchó, cotiza con leves alzas en los 1,117 dólares. El petróleo se rinde, también, ante el rampante pesimismo: pierde un 3% y se sitúa en los 59,4 dólares el barril Brent.

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