Para llevar a cabo la remodelación del Edificio Pereda, próximo al Centro Botín, cuya intervención urbanística, en este caso, fue del arquitecto italiano Renzo Piano, se ha confiado en el arquitecto británico David Chipperfield, conocido, entre otros trabajos, por la ampliación de la Royal Academy de Londres y la remodelación de la isla de los museos de Berlín: el Neues Museum, el Museo de Pérgamo y la Galería Nacional. En cuanto al inmueble de la calle Hernán Cortés, la transformación correrá a cargo de los arquitectos sevillanos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, cuyo estudio, Cruz y Ortiz, ha sido el responsable de la restauración del Risjksmuseum en Holanda, las estaciones de ferrocarril de Basilea y Sevilla o el diseño del Wanda Metropolitano de Madrid.Con ambas reformas, Botín desea que el banco “siga liderando la banca del futuro” y para ello, asegura, la sede de la entidad debe ser un reflejo de la historia de la ciudad, “abierta y moderna, transparente y cercana, que sabe evolucionar desde su tradición y adaptarse a los cambios”.El plazo estimado de ejecución de este proyecto, para el que cual ya se han solicitado los permisos municipales, será de 20 meses, en el caso del edificio de la calle Hernán Cortés, y de 36 para el del paseo de Pereda. La previsión es que las obras comiencen dentro de un año aproximadamente, una vez obtenidas las correspondientes licencias municipales, y la inversión alcanzará los 60 millones de euros. Durante la ejecución de la reforma, además de contar con la colaboración de empresas cántabras, se estima que trabajen en las mismas una media de 150 personas. Además, se crearán otros 50 empleos directos para la explotación de ambos edificios. El proyecto ha sido diseñado para ser sostenible y energéticamente eficiente, y contará con la certificación Breeam excelente, que acredita a los edificios como sostenibles a nivel mundial, tanto en su construcción como en su explotación, minimizando el impacto ambiental.Sus orígenes se remontan a 1795, fue adquirido por el banco en diferentes fases. Actualmente, es la sede institucional de la entidad financiera y, tras la reforma, dejará de tener ese uso exclusivo y se abrirá a la ciudad, con espacios culturales y diáfanos que refuerzan el legado histórico y patrimonial del banco a Santander y a Cantabria, al mismo tiempo que se convertirá en un nuevo foco de atracción turística, que contribuirá al desarrollo económico y social y a la generación de empleo. Su característico arco será el elemento vertebrador de todo el inmueble y potenciará la imagen del edificio, que albergará, entre otros espacios, una Casa Museo Santander, un auditorio y una terraza-mirador, así como la colección de arte privada del grupo Santander.Esta colección reúne 1.000 obras, entre las que se encuentran pinturas de Rubens, El Greco, Van Dyck, Picasso, Chillida, Sorolla o Miró. Entre los tesoros artísticos del banco se encuentra la mayor y mejor colección privada del mundo de José Gutiérrez Solana, que actualmente se exponen en la Sala de Arte de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid), y viajarán a Santander para ser exhibidas en esta sede, que mostrará, también, obras escultóricas y de artes decorativas, colecciones de tapices, cerámica, muebles y relojes, y una colección de billetes y monedas. Además, habrá otras exposiciones temporales mediante acuerdos con colecciones privadas de países donde el banco está presente, así como de reconocidos museos internacionales. La tecnología será, junto con el arte, un punto central de este espacio, ya que se pondrán en marcha actividades formativas y culturales para todos los públicos.El proyecto prevé recuperar el valor patrimonial del edificio, al mismo tiempo que adecuarlo a las nuevas necesidades del banco. Tras la reforma, quedará dividido horizontalmente en dos partes: planta baja y semisótano, que acogerán una sucursal abierta al público; mientras que las plantas superiores estarán destinadas a oficinas administrativas de la entidad financiera. La coherencia con el edificio original se manifiesta en la organización espacial a través del patio, que se prolongará hasta la planta semisótano. De esta forma, se asegura una visión total del patio, además de mejorar la iluminación de todas las plantas, gracias a la gran araña de luces que lo corona. El nuevo proyecto se completa con la adecuación de la cubierta para que sirva como espacio multifuncional para los profesionales del banco, además de mirador para disfrutar de las vistas de la ciudad. Durante la próxima semana, en el Palacete del Embarcadero, estará abierta al público una exposición para mostrar el proyecto de transformación de los dos edificios. “Si queremos hacerlo de una manera responsable, debemos ser capaces de combinar nuestra tradición con el cambio, como siempre lo hemos hecho”, subrayó, durante la presentación del proyecto, Ana Botín, que estuvo acompañada del arquitecto David Chipperfield; la alcadesa de Santander, Gema Igual; el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; y el arquitecto Antonio Ortiz.