Indra gana un 8% menos hasta junio por mayor gasto fiscal, pero mejora su rentabilidad
Eleva sus ingresos un 6% hasta 1.546 millones y su cartera logra un máximo histórico de 4.420 millones
Indra cerró su primer semestre del año con un beneficio neto de 34 millones de euros, un 7,8% menos frente al mismo periodo del año pasado por un mayor gasto de impuestos, según ha informado la compañía a la CNMV. La tecnológica española elevó, no obstante, sus ingresos un 6% en este periodo, hasta los 1.546 millones, y alcanzó un nuevo récord de cartera, que se situó en 4.420 millones, un 9% más. La subida en la cartera tuvo lugar tanto en la división de transporte y defensa como de tecnologías de la información (Minsait), al igual que con los ingresos. La contratación neta de Indra en el semestre se elevó un 7,9%, hasta los 1.930 millones de euros.
En cuanto a la cartera, la de transporte y defensa ascendió a 2.800 millones y la de Minsait a 1.700 millones, mejorando el ratio de cartera sobre ventas en el primer semestre frente al mismo periodo de 2018: 1,39 veces frente a 1,31.
La compañía precisó que entre enero y junio, los ingresos por servicios digitales subieron un 18% y ya suponen un 22% del total de Minsait. En transporte y defensa, el segmento de transporte elevó sus ingresos un 23%, mientras que en Minsait, en el vertical de energía e industria los ingresos aumentaron un 13%.
El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, señala que los resultados del primer semestre vienen marcados por la aceleración del crecimiento orgánico de los ingresos y de la contratación en prácticamente todos los negocios y geografías de Indra, con la cartera volviendo a marcar un nuevo máximo histórico, y por la mejora de la rentabilidad, impulsada por Minsait. El directivo detalla que todas las geografías aumentan su crecimiento, excepto España, que lo mantiene, y destaca América, que eleva sus ingresos en un 15%, con un "sólido crecimiento en Brasil y en los principales países de Latinoamérica, y con un impacto por depreciación de divisas sensiblemente menor al del año pasado".
Abril-Martorell resalta igualmente que "los resultados del semestre de 2019 continúan estando en línea con nuestras expectativas de crecimiento y rentabilidad para el conjunto del año y nuestros esfuerzos de gestión siguen focalizados en lograr todos nuestros objetivos para el año, con especial atención en la rentabilidad (ebit) de nuestras operaciones y la gestión del circulante".
El ebitda en los seis primeros meses (que incluye el efecto de la NIIF 16) aumentó un 21% hasta los 142 millones frente a los 117 millones del primer trimestre del año pasado. Excluyendo ese efecto, el ebitda habría alcanzado los 125 millones, lo que supone un crecimiento del 7%.
Los costes de reestructuración totales fueron de 14 millones en el primer semestre frente a los 21 del mismo periodo de 2018. En el segundo trimestre, alcanzaron los 8 millones frente a los 11 millones del segundo trimestre del pasado año.
El ebit en el primer semestre se situó en 79 millones, un 8% más, por la mejora de la rentabilidad de las operaciones en la división de Minsait. El margen de ebit de los seis primeros meses se situó en el 5,1% frente al 5% en el primer semestre de 2018. El ebit en el segundo trimestre se situó en 40 millones frente a los 47 millones del pasado año, por el impacto de los días facturables y por los problemas en la ejecución de dos proyectos de defensa (9 millones) en Australia y Kuwait.
La caída del resultado neto se debió también, según Indra, a un mayor resultado atribuible a socios externos (3 millones de euros en el primer semestre de 2019 frente a un millón de euros en el primer semestre de 2018, asociado al impacto puntual por el inicio del proceso de liquidación de la filial de Kazajistán. Adicionalmente, el impacto de la NIIF 16 contribuyó negativamente en un millón de euros.
El flujo de caja libre en el primer semestre fue de -237 millones frente a los -61 millones del primer semestre del pasado año, afectado por la negativa contribución del capital circulante. este ascendió a 179 millones de euros en junio de 2019 frente al nivel negativo de -81 millones en diciembre de 2018.
"La generación de caja durante el semestre está afectada por el capital circulante, debido a su fuerte componente estacional, al crecimiento de los ingresos y a algún otro elemento operativo. La evolución del capital circulante mejorará en los próximos trimestres por la normalización de los retrasos en los hitos de los cobros concentrados en los grandes proyectos y por el componente estacional del negocio", añade el presidente de Indra.
La deuda neta de la compañía alcanzó los 716 millones hasta junio frente a 656 millones en el primer semestre de 2018 y frente a 483 millones en 2018. La ratio de deuda neta/ebitda (últimos doce meses) se situó en 2,4 veces en el primer semestre, mismo nivel que en el primer semestre de 2018 y frente a 1,6 veces en 2018.
Los ingresos en el segundo trimestre aumentaron un 8,2%, hasta 811 millones de euros. En la división de transporte y defensa crecieron un 10%, impulsados principalmente por el segmento de transporte en el que destaca la región de AMEA. Los de la división de Minsait creció un 8%, destacando los crecimientos de doble dígito de administraciones públicas y sanidad y de energía e industria.
En cuanto a los objetivos para 2019, la compañía explica que espera un crecimiento de dígito bajo en moneda local, frente a los ingresos reportados en 2018 de 3.104 millones, un impulso superior al 10% del ebit en términos absolutos, frente al ebit reportado el pasado año de 199 millones y un flujo de caja libre superior a 100 millones antes de la variación de capital circulante.
Al cierre del primer semestre, Indra tenía una plantilla de 47.333 empleados, un 16% más frente al mismo periodo del año pasado. La mayor parte del crecimiento tuvo lugar en Minsait (cerca del 85% del incremento), básicamente por el inicio de proyectos de outsourcing de procesos de negocio (BPO), principalmente en Latinoamérica, que son muy intensivos en personal.