CaixaBank mantiene su plan estratégico hasta 2021 pese a la prolongación de los bajos tipos de interés
Gual alerta del peligro que será la irrupción de las grandes tecnológicas en el negocio bancario
El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha querido dar la voz de alarma justo un día después de que Facebook anunciara el lanzamiento de una moneda global, Libra, su criptomoneda. El directivo aseguró que la entrada en el negocio financiero de los grandes operadores tecnológicos "puede llevar a posiciones de dominio en el mercado". Su advertencia fue también secundada por el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, pocos minutos después.
La prolongación de los tipos de interés negativos por parte del BCE y la irrupción de las grandes tecnológicas en el negocio bancario, sobre todo en medios de pago, se han convertido en los dos principales retos del sector, y que se suma a la numerosa regulación, según coinciden prácticamente todos los banqueros.
Gual aprovechó las jornadas de la UIMP y la APIE patrocinadas por BBVA, para quejarse que ya desde los Gobiernos se están fomentando cambios regulatorios que permiten la entrada de estas tecnológicas en un negocio reservado hasta ahora a la banca, y en el que la privacidad de los datos de los clientes era uno de sus principales valores. Ahora, con la directiva de pagos PSD2 que obliga a la banca a compartir los datos de los clientes con terceras compañías, esta exclusividad que tenía hasta ahora el sector financiero se rompe.
"Pueden competir con los bancos y ser más ágiles y precisos en la oferta comercial a través de los datos", ha recalcado Gual.
Sobre los bajos tipos de interés que parece que seguirán en Europa un tiempo más, el presidente de CaixaBank espera que la decisión del BCE sea “puntual” y que poco a poco se retiren las medidas. Explicó que con tipos negativos “son una situación anómala que no debiera prolongarse más tiempo y esperamos que esta situación acabe desapareciendo”.
El banquero afirmó que pese a todo, CaixaBank no tiene intención de modificar su plan estratégico a tres años. Gual considera que la entidad “tiene una enorme capacidad de resistir con tipos bajos por la enorme paleta de colores con la que trabaja”, en referencia a su diversidad de negocios, como seguros, tarjetas, la filial bancaria en Portugal, etc.
El banco, de hecho, y pese a los bajos tipos de interés no tiene intención de cobrar a los clientes por sus depósitos, pese a que el BCE cobre a los bancos y grandes corporaciones por el exceso de liquidez que depositan en el propio banco central.
El plan estratégico de CaixaBank fija una rentabilidad (ROTE) del 12% en tres años, y repartir un dividendo del 50% del beneficio (el Banco de España recomienda al sector reducir este porcentaje), además de elevar un 5% sus ingresos bancarios y crecer anualmente en créditos.
El presidente de la entidad de origen catalán también aprovechó para defender la posición de las fundaciones bancarias en las entidades financieras, y que en el caso de CaixaBank controla algo menos del 40% del capital. Considera que las Fundaciones, en su caso, La Caixa, aporta estabilidad en el capital de la entidad, frente a otros accionistas más especulativos, y que apuestan por el dividendo y el precio de la acción, según insinuó.
En cuanto al ERE que acaba de poner en marcha la entidad, y que afecta a 2.023 empleados que deberán salir del banco antes del 1 de agosto, el banquero comentó que “se ha hecho correctamente”, y recordó que las salidas son voluntarias.