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“La American Express es un seguro en un viaje de negocios”

Organiza y gestiona los viajes de los altos ejecutivos de muchas compañías

Juan Lázaro
Pablo Sempere

Son buenos tiempos para el business travel. En 2018, el gasto en este mercado creció un 3,8%, mientras que el número de personas que se mueven por trabajo aumentó un 3,6%. En este contexto, cada vez son más importantes las empresas con bagaje y experiencia en la gestión de desplazamientos de trabajo, que hacen mucho más cómodo y seguro el viaje de los profesionales. Luis Dupuy (Madrid, 1960) dirige American Express GBT, empresa que organiza y vigila las travesías corporativas de los altos directivos de un sinfín de grandes y medianas compañías y que trabaja, entre otras, con la conocida organización financiera. 

R. ¿En qué situación se encuentra el viaje de negocios en España?
R. Está sin ninguna duda en una fase de crecimiento. Es una industria muy procíclica, que se mueve según avanzan los cambios económicos. Por eso, en términos generales, cuando las cosas van bien, las empresas aprovechan para invertir en viajes, y cuando hay periodos de recesión, el business travel parece fácil de recortar. Lo que sucede es que nosotros hemos sido afortunados con el modelo de salida a la crisis que ha adoptado la economía española. La empresa nacional ha apostado por la exportación, y eso implica viajes. Es un sector que está para quedarse porque las compañías del país no han renunciado al mercado exterior.
R. En su momento parecía que las nuevas tecnologías iban a acabar con el viaje de negocios.
R. Pero no ha sido así. Se vende muy mal por teléfono. Las tecnologías pueden tener un papel sustitutivo en lo relativo a las relaciones internas, pero para vender sigue siendo necesario el cara a cara. Por eso los altos directivos viajan cada vez más.
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R. ¿Cómo es hoy el viaje de un alto directivo?
R. Trabajamos con perfiles muy dinámicos y variados. Existe el viajero corporativo de toda la vida, que es el alto directivo o ejecutivo que organiza sus movimientos a través de sus asistentes personales y que sigue el modelo tradicional de viaje. Este es un perfil convencional, que ha cambiado muy poco respecto a años anteriores, más allá de todas las novedades que ha traído la tecnología y la conectividad. Lo que vemos que emerge ahora es la figura del milenial que se incorpora al mundo laboral y que empieza a ocupar cuadros ejecutivos y a viajar.
R. ¿Qué caracteriza al ejecutivo milenial?
R. Es un viaje de trabajo más vacacional, porque el milenial, aunque sea directivo, tiene las mismas expectativas con el viaje de empresa que con un viaje personal. Y en esto España va con retraso, porque seguimos muy ligados a sistemas y métodos pasados. En los nuevos desplazamientos hay que tener en cuenta las políticas de viajes, las necesidades de cada perfil, las herramientas de reporting, la información que la empresa luego solicita, la seguridad tanto de datos como física... Lo bueno es que con algunas empresas financieras todo es mucho más fácil, tanto para nosotros como para el viajero. Una American Express es un seguro en cualquier viaje de negocios, bien para un directivo tradicional como para un milenial.
R. ¿Cuánto cuesta hoy un viaje de negocios y en qué gasta el dinero el desplazado?
R. Dentro de España la media está en 450 euros por una noche; en Europa, 750, y el destino intercontinental se mueve entre 2.000 y 4.000 euros, considerando tres noches de hotel. En cuanto al gasto, la clave hoy es encontrar el equilibrio entre el control de los gastos y la satisfacción del viajero, para que en la estancia también se pueda hacer algo más que trabajar. Es lo que se conoce como bleisure.
Un viaje de empresa dentro de España cuesta una media de 450 euros por noche
R. ¿España es destino de sol y playa o también de trabajo?
R. Nuestro negocio es más emisor que de destino, y en ese negocio emisor nosotros estaríamos en la quinta posición europea después de Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. España como destino tiene sentido en el subsegmento de las reuniones, congresos y eventos, y ahí Barcelona es el segundo lugar europeo por detrás de Londres, y Madrid, el quinto. Somos uno de los mejores países para recibir.
R. El Reino Unido en primer lugar. ¿Teme el business travel un Brexit sin acuerdo?
R. Sin acuerdo habría incomodidad para los viajeros, eso sin duda. Y también afectaría al negocio de una forma que es difícil de anticipar. Hay una correlación absoluta entre la empresa exportadora y los viajes de empresas, y eso tendrá que mirarlo la empresa española, muy dependiente del mercado británico. Pero nosotros somos de la opinión de que el mercado que más va a sufrir va a ser el del Reino Unido, porque habrá una cierta deslocalización y un efecto macro.
R. Más allá de gastos y tarjetas, ¿cómo se registra la jornada laboral en un viaje?
R. Tenemos el antecedente de que un viaje de empresa, desde que sales de casa, es jornada laboral. Registrar el horario puede ser más complicado, pero creo que hay herramientas para poder hacerlo. Nosotros somos 1.000 empleados y 500 son agentes que viajan. Cuando se registran en el sistema cada día es cuando comienza su jornada. Hay muchas formas de cumplir con la nueva ley.

Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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