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Comunicaciones

5G: la nueva Revolución Industrial

Las grandes oportunidades de esta tecnología vienen acompañadas de notables retos para industria y operadores

Operarios instalan antenas 5G en Lanzhou, China.
Operarios instalan antenas 5G en Lanzhou, China.

El 5G es la gran esperanza de la industria de las telecomunicaciones. La tabla de salvación del sector telco para recuperar el terreno perdido. La quinta generación de la telefonía móvil supondrá una auténtica revolución y dará lugar a lo que ya se conoce como la industria 4.0. Estas redes de comunicaciones inteligentes de banda ancha móvil serán capaces de ofrecer, a un coste de un décimo por Gigabit, velocidades 100 veces superiores al actual 4G y solucionarán el problema ocasionado por la gran explosión de la demanda de comunicaciones, servicios y aplicaciones móviles que nos esperan.

En la era de la movilidad, la conectividad es la característica fundamental para usuarios y profesionales. 5G tiene como pieza central redes potentes y flexibles que conectarán todo a todo y todas las cosas a todo el mundo, haciendo posible una nueva generación de experiencias y aplicaciones en todos los sectores, incluyendo las ciudades inteligentes, la conducción autónoma, el Internet de las Cosas (IoT), las máquinas o los wearables por poner algunos ejemplos.

La tecnología 5G se visualiza ya como una realidad. El pasado 3 de abril se encendían en Corea del Sur y Estados Unidos las primeras redes comerciales 5G, y China pretende hacerlo también a lo largo de este año, mientras que en Europa seguimos en fases de prueba. España, al igual que hizo con la red de fibra óptica, tiene que ser la punta de lanza mundial del desarrollo de esta tecnología.

Solamente en la Comunidad Europea los ingresos del 5G superaran los 225.000 millones de euros en los próximos años

Estamos hablando que el 5G representará, según los analistas, más del 15% de las conexiones móviles globales en 2025; aportará dos billones de euros a la economía mundial en los próximos 15 años y liderará sectores claves como manufacturas, servicios públicos y profesionales y financieros. Solamente en la Comunidad Europea los ingresos del 5G superaran los 225.000 millones de euros en los próximos años y la introducción de esta tecnología en los cuatro sectores industriales clave (automoción, salud, transporte y energía) puede alcanzar los 114.00 millones de euros al año, de acuerdo con datos de la CE.

Pero como toda nueva tecnología global viene acompañada de una serie de retos que caracterizarán su adopción y su éxito y fracaso por parte de los diferentes países. Un conjunto de ellos puede ser clasificados como retos puramente tecnológicos a los que se enfrentan principalmente los operadores móviles y la industria:

  1. Despliegue 'small cells'

Actualmente las redes móviles en las ciudades están basadas en antenas ubicadas a varios metros de altura que dan cobertura a un área de cierta extensión. Sin embargo, para poder alcanzar la cobertura, alta capacidad y baja latencia que caracterizan a las redes 5G es necesario llevar a cabo el despliegue de nuevas infraestructuras como las small cells. Además de requerir un importante esfuerzo en inversión, este despliegue necesita de un esfuerzo también por parte de las administraciones a nivel regulatorio para facilitar los despliegues masivos de tal manera que pueda efectuarse de una manera más ágil. Adicionalmente será necesario trabajar en una reeducación y comunicación adecuada sobre los niveles de exposición de la población al acercar las antenas al ciudadano, así como en el cumplimiento de estos límites para salud.

El 5G será más factible en aquellas ciudades en las que la penetración de la fibra óptica sea mayor frente a las antiguas redes de cobre.

  1. Madurez y tipo de redes existentes

El tipo de redes ya existentes en una región también influirán en la rapidez a la hora de implantar 5G desde un punto de vista tecnológico. Por un lado, podemos decir que la existencia de una red madura de 4G facilitará el despliegue de lo que se conoce como redes Non-Standalone 5G y que estarán basadas parcialmente en red 4G. Esta técnica será seguramente la adoptada por los operadores durante los primeros años, aunque esta tecnología ya estaría disponible desde mediados del próximo año.

Por primera vez en la historia de la telefonía móvil, estarán disponibles simultáneamente las redes y los terminales, lo que impulsará rápidamente el desarrollo de innumerables aplicaciones nuevas tanto para el cliente residencial como para la industrial.

Por otro lado, también es muy relevante la existencia de redes de fibra óptica que puedan dar conectividad entre las antenas y el core de la red garantizando la fiabilidad y capacidad requeridas. De nuevo la llegada del 5G será más factible en aquellas ciudades en las que la penetración de la fibra óptica sea mayor frente a las antiguas redes de cobre.

  1. Disponibilidad de espectro

Debido a las necesidades de capacidad la tecnología 5G requiere un mayor rango de frecuencias para su operación. Hasta ahora se han definido dos bandas cuyas características delimitan su uso. Por un lado, se utilizarán frecuencias superiores a 6 GHz que permitirán operar en áreas urbanas de alta densidad ofreciendo un menor alcance, pero también baja latencia. En el caso del despliegue en áreas no urbanas donde se requiere un mayor alcance es necesario disponer de frecuencias inferiores a 1GHz que actualmente están siendo utilizadas por otros servicios.

En este sentido adquiere gran importancia la labor de las administraciones y reguladores tanto en conseguir la armonización de bandas utilizadas en diferentes geografías y garantizar así la interoperabilidad como en las subastas de las diferentes frecuencias a utilizar. Es importante que se produzcan en el momento y modo adecuado para garantizar las posteriores inversiones necesarias.

  1. Seguridad

Sin duda uno de los retos más importantes que la tecnología 5G tiene por delante y es que en un escenario de hiper conectividad y gran cantidad de datos transfiriéndose por la red es clave garantizar la protección de los datos personales y las comunicaciones. Por ello, es necesario regular y tomar medidas que sean aplicables a todos los actores del entorno y que mitiguen riesgos potenciales en este terreno.

  1. Tecnologías emergentes

La llegada del 5G necesita apoyarse en diseños de red que proporcionen una solución flexible, escalable y fácil de implementar al mismo tiempo que permitan asegurar una red mucho más eficiente en cuestión de consumo de energía. Para poder satisfacer las demandas de calidad de servicio y experiencia de usuario, así como las exigencias del mercado, los operadores tendrán que adoptar nuevos tipos de infraestructura como MIMO o Cloud RAN y tecnologías emergentes como como SDN (Software Defined Networking), NFV (Network Function Virtualization), MEC (Mobile Edge Computing) o Network Slicing.

La Red es un elemento clave y sin duda requiere de un despliegue rápido y decidido. Los costes de la inversión necesaria para desplegar 5G suponen un serio problema para los operadores que ya están buscando alternativas para reducir este impacto. Necesariamente se tendrán que dar escenarios de colaboración y compartición de redes para reducir los costes derivados del despliegue. La inversión necesaria solo en infraestructuras se estima en más de 200.000 millones de dólares según Bloomberg, a la que habría que añadir el coste de la adquisición de espectro superior a los 50.000 millones de euros.

Precisamente el despliegue de esta nueva tecnología y su convivencia con las anteriores supone un escenario de elevada complejidad operacional. Por ello se requerirá buscar una mayor eficiencia mediante herramientas que ayuden a automatizar los procesos operativos que se prevén.

Adicionalmente también es clave buscar casos de uso a través de los cuales se logre garantizar la monetización de la tecnología desplegada de una manera tangible. Probablemente las aplicaciones más disruptivas podrían ser aquellas basadas en la drástica mejora de la latencia que nos va a traer el 5G puesto que será la que permitirá aplicar la tecnología a otros campos y sectores que hasta ahora no se contemplaban y consecuentemente puedan suponer una nueva oportunidad de negocio para los operadores ayudando a dinamizar la economía y toda la industria de manera general.

Nuevo ecosistema digital: una oportunidad para las telcos

El 5G significa un avance radical en el mundo de las aplicaciones. Veremos dentro de muy poco como se multiplica exponencialmente su uso. Esta nueva tecnología permitirá a las telcos tomar la iniciativa en cuanto a desarrollo de nuevas soluciones agrupadas de forma funcional entorno al cliente. Veremos como las ciudades, los coches y las personas no podremos vivir sin el 5G en nuestro día a día. Solamente en el llamado Internet de las Cosas se calcula que las conexiones globales se triplicarán hasta los 25.000 millones en 2025.

Este escenario abre una ventana para las telecos europeas que lideren el desarrollo del 5G como ocurrió con el 2 y el 3G. En particular para España es un nuevo reto y una enorme oportunidad de crear uno de los países más avanzados en 5G del mundo igualmente que se hizo con el despliegue de FTTH. Todo esto requerirá desarrollar un proyecto país alrededor de este nuevo ecosistema: Redes, dispositivos, aplicaciones… Lo único que necesitaremos será una vocación clara y decidida para que todos los agentes implicados y por supuesto el gobierno y el regulador impulsen esta nueva revolución industrial que nos lleve a ser líderes mundiales en el despliegue de esta tecnología que marcara el paso tecnológico de las próximas décadas.

Pero más allá de los retos puramente tecnológicos que hemos descrito anteriormente, existen otro tipo de factores que pueden influir enormemente en ese nivel de madurez del ecosistema que determinará la velocidad de adopción del 5G:

 

Regulación y estandarización

 

En cuanto al estándar tecnológico, en la actualidad se ha realizado parte de la estandarización en la versión nº 15 por parte del 3GPP y se espera su finalización durante este año con la versión nº 16. Será fundamental que la regulación aprobada por las diferentes administraciones permita una implantación ágil de esta tecnología, así como que pueda facilitar la inversión y acelerar el proceso de adopción de esta.

 

Madurez de competencias digitales

 

Adicionalmente al propio nivel educativo, tipo de perfiles profesionales y expertise existentes, para poder arropar y hacer suya una nueva tecnología es fundamental que las personas tengan un alto índice de competencia y desarrollo digital. De esta manera una nueva tecnología como 5G podrá ser incorporada al día a día conduciendo a una mayor productividad, eficiencia y en definitiva a contribuir a la incorporación a los ecosistemas digitales por parte de toda la sociedad. Este factor influirá a su vez en la medida en la que la sociedad se involucra en el impulso de esta tecnología mediante el desarrollo de aplicaciones y casos de uso que se apoyen sobre la misma.

 

Demanda de nuevos servicios

 

Aquellas regiones más desarrolladas en cuanto a implantación de redes de última generación tanto de acceso fijo como móvil tendrán a priori una situación más favorable para la introducción del 5G. En estos casos el tráfico de datos en los últimos años se ha multiplicado debido a que las ventajas tecnológicas que ofrecen las redes 4G o fibra óptica permiten a los usuarios hacer uso de servicios más exigentes. La demanda por parte de los usuarios sigue creciendo y todo hace pensar que el 5G será necesario para atenderla. Adicionalmente habrá una nueva fuente de uso de soluciones 5G y las aplicaciones en una primera etapa se basarán en la mejora de la latencia, pero posteriormente se desarrollarán de forma general.

En este punto juega un papel muy importante el grado de disponibilidad de terminales y equipos 5G que permitan la conexión masiva no solo de los individuos sino de las cosas que nos rodean y que además permitan la aparición de escenarios y casos de uso hasta ahora inimaginables. Se espera ya en la segunda mitad del 2019 el lanzamiento de más de 40 modelos de terminales 5G.

En definitiva, el mundo de las telecomunicaciones y en general el resto de los sectores están esperando la llegada de la conectividad 5G que promete ser un cambio disruptivo de la conectividad que facilitará la verdadera transformación digital de la sociedad como ya ocurrió con las redes de ultra banda ancha rápida basada en el despliegue de fibra. España, nuevamente, tiene la oportunidad de liderar el desarrollo de todo el ecosistema 5G y construir un “Paraíso Digital” de conectividad inteligente que sea el punto de mira de toda la Unión Europea.

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