La Mesa del Congreso, primer escollo de la legislatura, tendrá que constituirse el 21 de mayo
Está constituida por el presidente del Congreso, más cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios
La negociación para la composición de la Mesa del Congreso será el primer escollo que tendrán hacer frente los partidos tras la celebración de las elecciones generales de este domingo. La fecha límite es el 21 de mayo, cinco días antes las elecciones autonómicas y municipales que tendrán lugar el domingo 26 de mayo. La Mesa es el órgano al que le corresponde el gobierno de la cámara y la organización del trabajo parlamentario: la calificación sobre los documentos parlamentarios y la decisión sobre su admisión y procedimiento de tramitación.
La Mesa del Congreso está integrada por el presidente del Congreso, que la preside, además de cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. Todos ellos son elegidos por la cámara al comienzo de la legislatura, utilizando un sistema que favorece su distribución entre distintos grupos parlamentarios.
El real decreto de convocatoria electoral, publicado en el Boletín Oficial del Estado el 5 de marzo, fija que el 21 de mayo, a las 10 horas, se reunirá por primera vez el pleno del Congreso en sesiones constitutivas para que los nuevos diputados y diputadas tomen posesión de su cargo.
Para ello, se formará a una mesa provisional integrada por el diputado de más edad, junto a los dos más jóvenes, que ejercerán de secretarios. Es la llamada Mesa de edad.
Esa mesa provisional llamará uno a uno a los nuevos parlamentarios para resolver el primer trámite de la sesión constitutiva de las Cortes de la XIII Legislatura, es decir, la composición definitiva de la Mesa.
El primero en ser elegido será el presidente: cada diputado entrega un papel con un nombre escrito en él, y luego se hace el escrutinio para designar el que logra mayoría absoluta. Si ninguno logra la mayoría absoluta, se hará una nueva votación entre los dos con más apoyo, y entonces la votación la ganará quien tenga más apoyos.
Los cuatro vicepresidentes se eligen simultáneamente. Como en la votación anterior, cada diputado señala un nombre en una papeleta y se elegirá a los cuatro que, sucesivamente, hayan conseguido más votos. Con los cuatro secretarios se repetirá este sistema de votación.
Por tanto, nueve diputados formarán la Mesa, lo que requiere unas negociaciones previas que dirige el grupo con más representación parlamentaria, en este caso el PSOE.
La composición de la Mesa suele mantener la proporción alcanzada por los partidos en la Cámara Baja. Así, en la anterior legislatura, el PP, el que más escaños tuvo, tenía tres representantes, incluida la presidenta, Ana Pastor; al PSOE, segundo, le correspondieron dos, igual que a Ciudadanos y Podemos.
En la negociación de la Mesa de la XIII Legislatura se negociarán los puestos que tendrán los cuatro grupos más representados -PSOE (123), PP (66), Ciudadanos (57) y Unidas Podemos (42)- y también si se da acceso a Vox, el quinto partido con 24 escaños.
Una vez conocidos quiénes integran la Mesa, se procede a la toma de posesión del acta de diputado, lo que se promete o se jura. Los electos que están en prisión preventiva por el juicio del "procés", como es el caso de Oriol Junqueras, de ERC, o de Jordi Sànchez, de JxCat, tendrán que acudir físicamente a esta sesión, y si no acuden, no serán diputados.
El siguiente acto es la sesión solemne de apertura, a la que asisten los reyes y que debe celebrarse en los 15 días siguientes a la constitución; y por otro lado, la conformación de los grupos parlamentarios, que ha de completarse durante los cinco días posteriores al de la primera sesión.
El fin de esta sesión, a la que sigue la comunicación al rey, al Senado y al Gobierno por el nuevo presidente, marca el comienzo de la legislatura, aunque la sesión solemne de apertura (con los reyes) se reserva para una jornada de los quince días siguientes.
En paralelo, tras las elecciones, el Rey abrirá consultas con los candidatos para formalizar una propuesta de formación de Gobierno. Una vez celebrada la ronda de consultas con los grupos políticos con representación parlamentaria, el Rey, a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la presidencia del Gobierno.
El candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara.
Si el Congreso de los Diputados, con el voto a favor de la mayoría absoluta, otorga su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará presidente, según recoge el artículo 99 de la Constitución Española.
De no alcanzarse la mayoría absoluta, se someterá la misma propuesta a nueva votación 48 horas después de la primera. Entonces, bastará con mayoría simple para la investidura.
Si ningún candidato lograra salir investido presidente, "se tramitarán sucesivas propuestas" de la misma manera que la anterior, es decir, con consultas previas del Rey.
El plazo es de dos meses a partir de la primera votación de investidura. Si transcurridos dos meses ningún candidato logra la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones.