Adolfo Domínguez sube en Bolsa aunque sin terminar de convencer
Superó 2018 con un alza del 30% y avanza este año el 13% aunque con una mínima negociación
Adolfo Domínguez se regenera y la Bolsa lleva un tiempo recogiéndolo. En 2017 consiguió una alza del 62%; en 2018, del 30%, y en 2019 acumula un ascenso cercano al 13%. Desde el mínimo histórico de 3,28 euros de 2016 ha subido más del 150%. A pesar de este balance, son pocos los accionistas beneficiados. La compañía tiene una de las capitalizaciones más pequeñas de la Bolsa, 72,2 millones y un escaso capital flotante.
Este año ha negociado 402.000 títulos por solo 2,9 millones de euros. La diferencia es importante si se compara con la mayoría de las cotizadas. Por ejemplo, en Amper, otra small cap, se han intercambiado 310 millones de acciones por algo más de 83 millones.
A pesar de que 2019 parece más animado, hay sesiones en las que no registra ningún cambio. Adolfo Domínguez es uno de los valores huérfanos de la Bolsa española: ninguna firma de análisis hace un seguimiento continuado, y los fondos tampoco lo tienen en cartera; la peor combinación que puede ofrecer una entidad para llegar hasta los inversores.
“En los últimos años había entrado en una perspectiva muy negativa. Ahora ha conseguido mejorar los números, aunque se encuentra en una fase más bien lateral tras las fuertes correcciones sufridas y la recuperación posterior”, explica Antonio Sales, analista de XTB. A los inversores particulares les recomienda ser prudentes. “El mercado va a exigir que el negocio continúe en la senda de la recuperación. Ha realizado una reestructuración muy profunda y tiene un plan estratégico importante. Va a ser muy difícil mejorar los números, pero no imposible. Lo que ha conseguido es insuficiente a nivel de confianza; es preferible esperar”, añade.
El avance de la acción se ha producido al ritmo del negocio. Adolfo Domínguez, fundador de la marca de ropa y complementos, decidió en 2017 situar a su hija mayor, Adriana Domínguez, al frente de la firma con el objetivo de salvar la marca, sumida en profundas pérdidas. Ese año la textil cerró con unas pérdidas de 7 millones, frente a los 23 millones de 2016.
El ejercicio fiscal 2018/2019 discurre por buen camino. En los primeros nueves meses, Adolfo Domínguez ha conseguido mejorar un 73% el ebitda, y reducir los números rojos a 3,2 millones; las ventas comparables han aumentado un 8,7%. El próximo martes presentará los resultados al cierre del año.
Para llegar a este balance la entidad ha tenido que realizar una reestructuración que incluye cambios en el consejo de administración; el cierre de tiendas y la fusión de marcas; la aplicación de un ERE en la plantilla; la profundización en la expansión internacional –se ha aliado con la mexicana Gin Group para afianzar su expansión en Latinoamérica y ha entrado en el mercado ruso–; la remodelación y rediseño de los establecimientos y el inicio de una nueva política de comunicación.
Adolfo Domínguez cuenta, además, con el pilar de su accionariado: el Grupo Puig (perfumes) tiene el 14,8% del capital; la empresa valenciana Libertas 7, el 10,3%; Indumenta Pueri, vehículo inversor de Mayoral, el 8,6%; Previsión Mallorquina de Seguros, el 7,6% y la gestora de Euroagentes, que acaba de situarse entre los principales propietarios al alcanzar el 3,3% del capital social. Adolfo Domínguez reúne la mayor participación, del 31,51%.
Morningstar ha publicado esta misma semana un análisis cuantitativo de la textil. Dicho análisis no emite una opinión, sino que examina los resultados y los compara con los del sector. Con respecto a Adolfo Domínguez, Morningstar concluye que la acción está infravalorada y que el precio adecuado debería ser 8,46 euros, casi el 8% superior a su cotización actual.
Sin entrar a dar recomendaciones de inversión y pese al potencial que le concede, Morningstar también reconoce que la salud financiera de Adolfo Domínguez es moderada y que la incertidumbre sobre la compañía es alta. Además, apunta al gran desafío pendiente del grupo: su rentabilidad sobre activos es negativa en un 4,2%, mientras que la media del sector está en terreno positivo, en el 5,4%.
Adriana Domínguez, actual consejera delegada de la firma, participó el pasado año en el Foro MedCap de BME, y ya expuso que los retos son: “la actualización de la oferta para una nueva clientela; es decir, los millennials y toda la gente que viene detrás, y las redes sociales”. “Hay que conectar y hacerse deseables para un nuevo cliente”, advirtió. Todo en la búsqueda de rentabilidad.
Ida y vuelta de un valor ‘vintage’
OPV. Adolfo Domínguez salió a Bolsa en marzo de 1997 con la acción en 3.007 pesetas (18,07 euros). El estreno hizo historia al alcanzar una revalorización del 132%. La compañía se vio obligada a hacer un importante prorrateo tras la fuerte demanda registrada en la colocación. Los pequeños accionistas (un total de 250.000) recibieron únicamente entre 3 y 14 acciones.
Récord. Alcanzó máximo histórico cerca de los 50 euros a finales de 2006. Esta cota suponía una ganancia del 176% sobre la OPV. La debacle se produjo a mediados de 2007 coincidiendo con el inicio de la crisis económica. Desde el récord y hasta el cierre de 2008 se dejó en Bolsa el 86%.
OPA. Cortefiel lanzó una OPA hostil por el 100% del capital en marzo de 2001 a 9 euros por acción. Suponía una prima superior al 20% sobre la cotización del momento. Pocos días después al comunicado de la operación, los títulos superaron el precio y el consejo de administración rechazó la propuesta.