Los grandes partidos coinciden en garantizar subidas de pensiones pero discrepan en su financiación
PSOE, Podemos y Cs apuestan por sufragar las jubilaciones con impuestos directos y PP aboga por apuntalar el sistema con rebajas de impuestos que mejoren la economía
Tras el primer debate a cuatro del lunes entre los principales candidatos a presidir el Gobierno tras las elecciones generales del próximo domingo, este martes e ha celebrado otro debate, más técnico y sosegado, que permitió conocer los entresijos económicos de los programas de los grandes partidos. Organizado por el Consejo de Economistas y la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie), el encuentro estuvo protagonizado Iván Ayala (Unidas Podemos), Manuel de la Rocha (PSOE), Francisco de la Torre (Cs) y Alberto Nadal (PP).
En el ámbito económico, el debate de aspirantes a la presidencia había dejado claro que el bloque PSOE-Podemos es partidario de aumentar el gasto social con una subida de impuestos a rentas altas y grandes empresas, y que PP y Ciudadanos defienden rebajas fiscales y supresión de tributos para animar el consumo y la inversión empresarial.
El encuentro de sus representantes económicos de este martes ha desvelado, sin embargo, algunos matices dentro de estos bloques o la amplia coincidencia de los cuatro grupos en materia de pensiones.
En este campo, todos los grandes partidos han prometido garantizar una revalorización de las pensiones que impida que los jubilados pierdan poder adquisitivo. La gran diferencia entre unos y otros radica en cómo financiar esas subidas anuales.
PSOE, Podemos y Cs coinciden en apoyar un alza de las pensiones ligada al IPC –que los dos primeros grupos quieren blindar con una reforma constitucional- y todos ellos asumen que será necesario financiar parte del gasto con impuestos directos.
El PP, todavía defensor de su índice de revalorización, es más prudente con las subidas a llevar a cabo, si bien asume que es necesario garantizar el poder adquisitivo pero teniendo en cuenta más factores que el IPC.
Nadal defiende que “la mejor garantía de las pensiones es una rebaja del déficit” y subraya que fue el Gobierno de Rajoy quien mayor recorte del agujero fiscal ha conseguido pasando de 10 a solo tres puntos en los últimos años.
A partir de ahí, eso sí, el equipo de Casado aboga por una rebaja general de impuestos como receta maestra para reimpulsar la economía y garantizar la sostenibilidad del sistema, frente a la introducción de tributos directos que defiende el resto.
Los cuatro partidos, eso sí, dan por sentado que sufragar el coste de las pensiones que tendrá el envejecimiento de la población y la jubilación de la generación del baby boom solo se conseguirá con más cotizantes y de mayor calidad.
Las fórmulas para lograrlo, eso sí, divergen con fuerza. El PP fía el aumento de las contrataciones y los salarios a un panorama fiscal más atractivo para la inversión empresarial. Ciudadanos apuesta por un contrato único, que acabe con la temporalidad, y por la implantación de la mochila austriaca.
El PSOE apuesta por seguir mejorando salarios y cotizaciones, como ha hecho en algunos de sus últimos decretos, mientras que Podemos urge a elevar el salario mínimo interprofesional a 1.200 euros en la próxima legislatura.
Del lado fiscal, PSOE y Podemos han cargado duramente contra la “revolución fiscal” del PP, que según De La Rocha supondría una merma de la recaudación pública de más de 18.000 millones de euros. Ellos apuestan por gravar más a rentas altas y grandes empresas.
El debate económico ha revelado, sin embargo, matices entre ambos planteamientos. Si los socialistas dan por suficiente la reforma fiscal presentada en su plan presupuestario para 2019, Podemos quiere ir más allá con un recargo a la banca en Sociedades para recuperar el dinero del rescate financiero o un nuevo impuesto a las fortunas de más de un millón que permitiría recaudar 10.000 millones de los 1.000 contribuyentes más ricos-
También hay diferencias en las rebajas de impuestos que proponen Cs y PP. De la Torre aboga por rebajar un punto el tipo máximo marginal del IRPF, del 45% al 44%, frente a la reducción por debajo del 40% que propone el PP, y por garantizar que las pymes no paguen más por Sociedades que las grandes empresas, frente a la premisa popular de que todas las compañías paguen menos del 20%.
Cuestionado por ambos flancos sobre cómo financiará la rebaja fiscal que propone, Nadal ha defendido que el crecimiento económico, impulsado por la reducción tributaria, y una contención del gasto social que ha aumentado Sánchez, dejaría hueco suficiente para rebajar los impuestos y reducir a la vez el déficit.