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Cataluña y los pactos tensan el primer debate entre los cuatro candidatos

Casado y Rivera proponen rebajas de impuestos, Sánchez afirma querer acabar con la desigualdad e Iglesias pone el foco en subir tasas a la banca

No fue la economía, esta vez, la que encendió el primer debate entre los principales candidatos a las elecciones del 28 de abril. Fue Cataluña,  la política territorial y los pactos poselectorales. Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias comparecieron por primera vez antes de los comicios en TVE española. Fue en un debate que pudo no ser, tras la polémica de la semana pasada con Pedro Sánchez y el debate de Atresmedia de mañana, como bien recordaron ya Iglesias y Rivera desde el primer minuto.

La economía no marcó el encuentro, con el permiso de los impuestos y las pensiones. Casado  prometió "una revolución fiscal" para bajar los impuestos de Sociedades, entre otros, y eliminar otros como el de actos jurídicos documentados o el de Sucesiones. Una promesa que también  repitió Rivera, que subrayó que España lleva una década sin realizar reformas y no puede perder otros 10 años.

Sánchez contraatacó. Calculó que esa bajada de impuestos le costará al Estado 18.000 millones menos de recaudación. Sin mencionar los impuestos directamente, el presidente del Gobierno afirmó que el mayor problema de España es "la desigualdad" y defendió las medidas que su Gobierno ha llevado a cabo en estos meses, así como los viernes sociales. Iglesias criticó del mismo modo el plan fiscal de la derecha, afirmando que quiere subir los impuestos a la banca y las empresas. También reclamó una bajada del IVA de los productos de primera necesidad, de los servicios veterinarios y de los artículos de higiene femenina.

Los cuatro candidatos se refirieron también a la creación de empleo, cruzando cifras y críticas entre sí, pero también lanzando sus propuestas. Iglesias propuso limitar los contratos temporales a "causas justificadas" y a un límite temporal de seis meses y recordó la existencia de los falsos autónomos. Mientras tanto, Rivera prometió un "contrato único desde el primer día", acabando con la temporalidad, aunque hizo especial hincapié en los autónomos, prometiéndoles el derecho a paro así como ayudas a los padres y madres que sean trabajadores por cuenta propia.

Pero el otro gran asunto que centró el debate económico fueron las pensiones. Casado garantizó que bajo su mandato no rebajarán las pensiones y recordó la congelación que llevó a cabo el Gobierno de Zapatero durante la crisis. Sánchez le replicó que el PSOE revalorizó más las pensiones que los del PP y prometió blindar su alza en la Constituciión. Iglesias, por su parte, pidió eliminar el factor de sostenibilidad y ligarlo siempre al IPC.  

Asimismo, en este punto del debate, Iglesias instó a Sánchez a que aclarara si está dispuesto a llegar a un acuerdo con Ciudadanos, a pesar de que, como recordó el moderador Xavier Fortes, esta cuestión se abordaría posteriormente. 

Y así fue. El último tramo fue el dedicado a los pactos poselectorales, donde se empezaron a resquebrajar los dos grandes bloques: C's y PP y Podemos y PSOE. Sánchez no llegó a contestar a Iglesias si pactará o no con Ciudadanos —algo a lo que Rivera fue taxativo y dijo que "no"—, sino que tratará de formar un Gobierno con independientes. Tampoco respondió a las acusaciones de la derecha de haber pactado ya con los independentistas.

"No somos adversarios", le dijo Casado a Rivera, que le recordaba los pactos anteriores del PP con nacionalistas, pese a que le tendió la mano para un pacto tras los comicios. Sánchez e Iglesias discutieron también sobre la investigación de las escuchas al líder de Podemos, donde el del PSOE mostró su solidaridad.

Entremedias estuvo el debate territorial. Aún más caldeado y presidido por una foto de Sánchez y Torra en el atril de Rivera y la de PP, C's y Vox en la plaza de Colón en las palabras de Sánchez, los representantes de los dos partidos de la derecha reclamaron al presidente del Gobierno clarificar si iba a pactar con independentistas. Se unieron también al recordar a Sánchez que alcanzó La Moncloa con los votos de los independentistas, así como las negociaciones posteriores con Torra y la figura fallida del mediador. Sánchez afirmó que ambos líderes llevaban "10 meses mintiendo" y sacó a colación la foto de la manifestación en la plaza de Colón de Ciudadanos, Vox y PP. Pablo Iglesias reclamó altura de Estado y pidió esperar a la sentencia del Supremo, al igual que Sánchez, para hablar de indultos.

El cónclave terminó con, pese a la tensión, el estrechamiento de manos entre los contendientes. El recuerdo de Fortes a los trabajadores de TVE por haber criticado el pretendido retraso a mañana del debate reclamado por el Gobierno e impulsado por Rosa María Mateo. Y con la mirada ya en que mañana será otro día. Y otro debate.

Cataluña y los indultos calientan el debate

El debate entre candidatos tornó más bronco en el tercer bloque, cuando se abordó el ausnto territorial. Pablo Casado y Albert Rivera 

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