Goirigolzarri pide al nuevo Gobierno que privatice Bankia y se mantenga independiente
Asegura que el banco cumplirá con el objetivo de repartir 2.500 millones de dividendo hasta 2020
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, defiende la independencia de la entidad financiera, incluso tras su previsible privatización en 2021 (nueva fecha tope para que el Gobierno salga del capital). Goirigolzarri ha pedido al gobierno que surja de las próximas elecciones que se comporte de forma “tan exquisita como el resto de los gobiernos hasta ahora” para hacer un “proyecto profesional e independiente”, y que tenga claro que el objetivo de su privatización “es muy buena decisión por encima de tacticismos políticos”.
El banquero aprovechó para lanzar un mensaje al próximo Gobierno, “es bueno evitar cualquier tentación de utilizar a Bankia con tentaciones políticas” para crear una banca pública, en alusión al deseo de Podemos de constituir un banco público con Bankia, al controlar el Estado el 60% de su capital. El ejecutivo recordó, de hecho, que hasta ahora ningún Gobierno ha influido en la gestión de Bankia, “no ha habido injerencias políticas”.
Goirigolzarri insistió también en que, pese a que desea la privatización de la entidad, “no es buen momento” ahora para ello, ya que “el sector está tremendamente penalizado” en Europa.
El banquero, puede que el que tiene ahora más experiencia en el sector tras más de 35 años ejerciendo esta profesión, tampoco cree que sean necesarias ahora más fusiones (al margen de Unicaja y Liberbank) ante la perspectiva de un nuevo año con bajos tipos de interés, lo que sigue dañando la rentabilidad del sector.
Bankia, de hecho, espera concluir su plan estratégico que puso en marcha en 2018 sin variaciones ni de objetivos ni de fechas y en solitario. Aunque no descarta que en tres años pueden llevarse a cabo entonces nuevas operaciones de fusión en el resto del sector.
La entidad, que este viernes celebra su junta ordinaria de accionistas en Valencia, mantiene así su objetivo de repartir un dividendo de 2.500 millones hasta 2020, incluido un dividendo extraordinario con el exceso de capital que tiene el banco (no lo aprovechará para hacer compras ahora que puede). Considera que esta es una buena muestra de fortaleza para los inversores, y sobre todo, para el Estado, su mayor accionista. La junta aprobará el reparto de 357 millones de euros de dividendo correspondiente al ejercicio de 2018.