El tomate que comes es de Bayer
La multinacional alemana gestiona un centro de I+D mundial de cultivos en Almería, procedente de la compra de Monsanto
El nombre de Bayer está asociado a su centenaria Aspirina. Pero también cada vez más a otros productos menos ligados a la marca, como tomates, pepinos, melones o brócoli. La adquisición por parte de la multinacional alemana de la estadounidense Monsanto el pasado año, por más de 55.000 millones de euros, ha otorgado a la histórica compañía farmacéutica la posición de líder en el mercado de protección de cultivos. De la compra de Monsanto, además, ha heredado uno de sus nuevos centros de excelencia mundial en la investigación de semillas, llamado San Nicolás y situado en La Mojonera, en el epicentro de los invernaderos de Almería.
La firma alemana ha heredado de Monsanto tres centros de investigación sobre cultivos en Almería, el de San Nicolás y los de El Ejido y Níjar, que componen un importante hub centrado en cultivos hortícolas para la mejora genética en invernaderos. A eso se le añade otro en Murcia de desarrollos al aire libre en plantas como lechuga, tomate, melón, brócoli o coliflor. Y, por último, se le suma otro en Brenes (Sevilla), de desarrollos en campo sobre protección de cultivos.
“Almería es una de las mayores zonas de agricultura de Europa. Teníamos que estar aquí”, destaca Paco Berenguel, gerente del centro de San Nicolás. Las condiciones climáticas favorables de la zona permiten que desde aquí se investiguen en nuevas semillas que luego se utilizarán en Europa, países mediterráneos, Suramérica, Oriente Medio e, incluso, Australia. En estos cuatro centros trabajan 125 personas y disponen de laboratorios e invernaderos con tamaño de 40 hectáreas.
Estas investigaciones, a su vez, se convertirán en las futuras semillas que se venderán en medio mundo. El área agrícola del gigante germano generó el pasado año unos ingresos por 14.266 millones, de los que 5.300 millones procedieron de Monsanto.
Jan Barten, investigador holandés en tomates que trabaja en San Nicolás, explica que el trabajo en el centro consiste en mejorar las semillas en características como resistencias a las enfermedades de los cultivos, una mayor producción, que el producto aguante mejor la etapa de la distribución, que llegue con buen aspecto a las tiendas y “que para el consumidor sea saludable y sabroso”. El trabajo consiste en desarrollar híbridos “con lo mejor que tiene un padre y lo mejor de la madre”, simplifica este experto.
“Gracias a Monsanto hemos mejorado claramente nuestra investigación”, asegura Protasio Rodríguez, director de Bayer Crop Science para el área mediterránea, la división de cultivos de la multinacional alemana. “Estamos trabajando en uno de los grandes retos de la sociedad, como el crecimiento de la población y su alimentación”, afirma, y recuerda que en 2050 habitarán el planeta 10.000 millones de personas, según datos de Naciones Unidas. Por eso, explica que es importante la innovación en la agricultura para dar respuestas también a la limitación de recursos y al cambio climático.
¿Qué aporta Monsanto en cifras a Bayer en España?
El gigante alemán facturó en nuestro país 688 millones de euros en 2018, un 1,6%. Por áreas, según adelantó la empresa este miércoles, la mayor parte corresponden al negocio farmacéutico, con 333 millones (se mantuvo plano respecto al año anterior). Crop Science (cultivos) facturó 211 millones, un 3,6% más, de los que 36 millones proceden de la incorporación de Monsanto. El área de autocuidado de la salud registró 111 millones, un 1,1% más, y por último el negocio de salud animal alcanzó los 33 millones (5,2% más).
“2018 fue un año histórico para Bayer. La adquisición de Monsanto nos pone como líderes mundiales de agricultura”, asevera Bernardo Kanahuati, consejero delegado de Bayer en España y Portugal. El directivo destaca además la importancia que tiene España para la I+D a nivel farmacéutico, ya que en el país se mantienen activos 33 de los 50 ensayos globales del laboratorio a nivel mundial.
Bayer declina responder sobre cuánto impactará en resultados en España la incorporación de Monsanto, pero se estima que pueda llegar o superar los 86,59 millones de euros, que fue la facturación de la filial española de la marca estadounidense en 2017, según las últimas cuentas anuales presentadas en el registro. Eso supone que esta empresa de cultivos sumará alrededor de un 13% a la facturación de la alemana en el país.
En cultivos, la incorporación de Monsanto aporta un salto “muy significativo en semillas de maíz” y en herbicidas, relata Protasio Rodríguez, responsable del área de Crop Science.
El nuevo negocio de cultivos de Bayer cuenta con marcas como Sirvanto, Serenade, Dekalbm Seminis, Acceleron o Round Up. Precisamente, esta último herbicida de glifosato le ha traído dolores de cabeza al gigante alemán, con más de 10.000 demandas en EE UU de consumidores que reclaman indemnizaciones por provocar supuestamente algún tipo de tumores algo que la compañía rechaza contundentemente. “Los agricultores siguen utilizándolo porque es un producto seguro. No esperamos un impacto negativo en España en ventas”, señala Rodríguez, quien destaca que hay más de 800 informes científicos que avalan la inocuidad del glifosato.