La banca provisionará sus 800 millones en Dia si fracasa la ampliación del consejo
Los créditos pasarán a vigilancia especial por la incertidumbre
Los alrededor de 800 millones de euros en créditos concedidos a Dia por 12 bancos tendrán que comenzar a provisionarse de forma inminente si fracasa el plan trazado por el actual consejo de administración. La fecha clave es el próximo 20 de marzo, cuando el grupo de alimentación celebrará su junta de accionistas.
Los préstamos deberán ser clasificados desde de “riesgo normal” hasta en “vigilancia especial”. Esto obligará a las entidades a apartar una parte del beneficio y guardarlo para no tener que asumir de golpe las eventuales pérdidas por esos créditos. Los expertos consultados calculan que esas provisiones llegarán al 25% en su interpretación más estricta. Frente al volumen actual de préstamos bancarios de Dia, el importe de provisiones máximo será de unos 200 millones.
La gran mayoría de las entidades financieras que forman parte del sindicato de acreedores del grupo de distribución no ha provisionado hasta el momento sus préstamos, según fuentes conocedoras de la situación. “No ha habido razón para ello. No se han producido impagos y esperamos recuperar el 100% del crédito”, señala un directivo de una de las entidades acreedoras.
La empresa rebaja un 26% el número de despidos
528 menos. Los sindicatos Fetico y UGT informaron ayer de que el número de afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Dia se ha reducido un 26%, desde los 2.064 trabajadores iniciales a los 1.536 actuales. Dia también ofrece permutas entre trabajadores afectados y no afectados, que se podrán realizar siempre y cuando sean del mismo grupo profesional, tengan el mismo horario, estén en la misma provincia ysean menores de 50 años. Comisiones Obreras advirtió la semana pasada de que lo lógico es que no se ejecute ninguna reducción de plantilla hasta que se aclare quién es el dueño de Dia. Además, este sindicato ha llamado hoy a a concentraciones en tiendas y almacenes y con dos paros parciales el 20 de marzo, cuando se celebrará la junta de accionistas, en todos sus centros de trabajo.
Pero en siete días tendrán que tomar decisiones. Si los accionistas rechazan la propuesta de ampliación de capital por 600 millones, los comités de riesgos de las entidades darán las órdenes oportunas para que comience el blindaje frente a esos créditos. La norma internacional de contabilidad NIIF 9 relativa a riesgos de créditos, en vigor desde enero del año pasado, obliga a anticipar las salvaguardas en caso de que finalmente se produzcan impagos. Los créditos se clasificarán como de “riesgo normal de vigilancia especial”. “Un riesgo clasificado previamente como normal se reclasificará a la categoría de normal en vigilancia especial cuando, sin haberse producido un evento de incumplimiento, se haya producido un incremento significativo del riesgo de crédito desde el momento de la concesión”, señala el Banco de España en un documento.
La provisión deberá hacerse en función de las pérdidas que el banco estime para toda la vida del crédito, de acuerdo a sus propios modelos internos. En el actual estadio, el porcentaje de provisión en el caso más optimista para el futuro de la empresa se sitúa del 5%, pero los criterios más estrictos obligarían a elevarla hasta el 25% del préstamo.
La solución alternativa de Mijail Fridman, incluida en el orden del día de la junta, es una ampliación de capital por 500 millones de euros que el propio fondo del magnate ruso, Letterone, o un banco garantizaría. Pero esa inyección de capital está condicionada a varios hitos que no dan seguridad a que la empresa pueda honrar todos sus compromisos.
Entre las condiciones de Fridman está que triunfe la opa a 0,67 euros por acción que ha lanzado por el 71% de Dia que no controla –debe lograr al menos un 35% del capital para ello– y que los acreedores den su brazo a torcer en lo relativo a sus préstamos en Dia. Sus exigencias son que no se destine ni un euro de la ampliación y ni de la venta de Clarel y Max Descuento a amortizar deuda bancaria –el plan del consejo prevé que a este fin se dirijan 147 de los 600 millones que se captarán, además de todo recaude con las ventas de esas filiales–, que se amplíen los vencimientos de créditos a 2023 y recuperar las líneas de financiación a proveedores por 200 millones que se le retiraron en octubre.
El peso de la docena de entidades que están en el equipo de acreedores es muy desigual. Santander es el líder con alrededor de 500 millones. También están presentes, pero con importes inferiores Deutsche Bank, BNP Paribas, ING, Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG), Commerzbank, JPMorgan, CaixaBank, Barclays, Société Générale y BBVA. Estos tres últimos forman, junto con la entidad que preside Ana Botín, el G4 que negocia con Fridman.