Carlyle pone en venta Palacios Alimentación por 300 millones

ING y Rothschild coordinan el proceso

Carlyle quiere hacer caja con una de sus participadas más emblemáticas en España. El fondo de capital riesgo sondea el mercado para vender Embutidos Palacios, ahora rebautizada como Palacios Alimentación, según indican fuentes financieras a CincoDías.

Este fondo estadounidense por el momento ha encargado a ING y Rothschild que coordinen el proceso. Espera obtener al menos 300 millones, unas 15 veces los 21 millones de ebitda con los que cerró 2017, de acuerdo a las últimas cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil, consultadas en Insight View.

Carlyle pagó unos 150 millones por esta compañía en 2015 al consorcio formado por dos gestoras de capital riesgo españolas, Proa Capital y Talde. Estas se hicieron con la compañía en 2009, hasta entonces en manos de la familia fundadora, que creó la empresa en 1983 en La Rioja.

Actualmente Carlyle controla un 81,6%, mientras que el 18% restante está en manos de determinados directivos del grupo y dos asesores externos.

Sin embargo. cuando Carlyle se hizo con la compañía de alimentación esta se dedicaba únicamente a los embutidos y su área de actuación se restringía a España en su mayor parte. Desde entonces, Carlyle ha impulsado una intensa campaña de crecimiento inorgánico.

En 2016 realizó la expansión más relevante del proceso. Adquirió Fuentetaja, una empresa dedicada a los productos precocinados, que le permitió entrar en un nuevo segmento de negocio. También entró en Francia con la compra de Campifood France y en EE UU gracias a la adquisición de Elore Holdings, a la que inyectó 7,45 millones un año después. A la vez decidió avandonar Brasil y se deshizo con su filial en el país.

Otras fuentes próximas al proceso precisamente indican que el foco de Carlyle ahora está en potenciar esta política de compras. Sin embargo, sí reconocen que varios potenciales compradores se han acercado a Carlyle con una oferta bajo el brazo.

Palacios ha realizado estas compras principalmente a través de deuda financiera, cuyo importe bruto alcanza los 187 millones. La mayor parte corresponde con los 110 millones que pidió Carlyle en 2015, que extendió hasta 135 millones un año después y del que ya había dispuesto 100,5 millones a 31 de diciembre de 2017. Este préstamo vence en 2022 y Palacios paga entre un 3,5% y un 3,75% anual.

El 18%, en manos de directivos

Carlyle controla el 81,6% dePalacios, mientras que el 18% restante está en manos de directivos de Palacios y dos asesores externos que acudieron a una ampliación de capital. Suscribieron 225,49 participaciones preferentes, que les permitirán cobrar un dividendo de 1,9 millones más un 12% por cada año de retraso. Palacios no podrá distribuir dividendos hasta que no realice este pago. También podrán vender su participación al futuro comprador de Palacios por el mismo precio que se embolse Carlyle.