Cos y Albella serán los encargados de transmitir las alertas sobre los riesgos sistémicos al sector financiero
Draghi pide que sean el Banco de España y la CNMV los encargados de emitir advertencias
El Gobierno ha logrado in extremis culminar la regulación del mecanismo ideado para prevenir futuras crisis e identificar riesgos económicos y financieros. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha concluido la puesta en marcha de la Autoridad Macroprudencial (AMCESFI), logrando así cumplir con las exigencias de la Junta de Riesgo Sistémico creada en la UE en 2010 y que exigía la puesta en marcha de esta autoridad en todos los países antes de 2013.
La puesta en marcha de este mecanismo ha logrado la felicitación por parte del Banco Central Europeo, si bien, el Gobierno ha desoído algunas de las peticiones que ha realizado el organismo presidido por Mario Draghi, que había reclamado el pasado jueves modificaciones en el texto publicado dos días después en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La nueva autoridad, que está integrada por representantes del Ministerio de Economía, Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que depende del Ministerio de Economía, facilita a estos organismos herramientas macroprudenciales para velar por la estabilidad y prevenir potenciales riesgos sistémicos que puedan acabar afectando a la economía real.
El BCE ha emitido un dictamen firmado por su presidente, Mario Draghi, que tienen carácter consultivo y que por lo tanto no es vinculante para los Gobiernos aunque habitualmente estos siguen las pautas que establece, en el que se muestra satisfecho porque la Autoridad Macroprudencial facilite al Banco de España herramientas para establecer requisitos de colchones de capital a la banca de acuerdo a su exposición a determinados sectores, así como la posibilidad de limitar las concentraciones sectoriales y las condiciones en la concesión de crédito.
El BCE solicitó varias modificaciones: reclamaba así información total de las alertas que emite la autoridad cuando la recomendación vaya dirigida a todo el sistema financiero o a las autoridades financieras, “especialmente si cabe esperar efectos transfronterizos significativos”. En la redacción del real decreto publicado este sábado en el BOE se fija que el banco central recibirá información de las alertas y recomendaciones y que se informará a la institución “con suficiente antelación […] cuando la recomendación emitida afecte a entidades bajo su supervisión directa.
El real decreto obliga además al Banco de España, CNMV y Dirección General de Seguros a comunidad a AMCESFI con una antelación mínima de siete días hábiles la activación, recalibración o desactivación de una herramienta macroprudencial. Un plazo que podrá reducirse cuando las circunstancias así lo aconsejen para que emita su opinión, si bien en ese caso se deberán justificar las prisas. Sin embargo, el BCE entiende que las autoridades independientes podrán activar dichas herramientas haya o no opinión para salvaguardar su actuación independiente.
El Ejecutivo sí que ha optado por cambiar la redacción del texto en la parte de las alertas. Draghi propuso a Economía que se eliminara la facultad de que la autoridad macroprudencial pueda dirigir directamente a un grupo del sector financiero –los bancos o las gestoras de fondos, por ejemplo- alertas sobre circunstancias que puedan provocar un riesgo sistémico, dado que considera que “puede obstaculizar la vigilancia macroprudencial que llevan a cabo las autoridades sectoriales”. En la redacción final del texto se fija que será el supervisor correspondiente el encargado de transmitir dichas alertas a las entidades supervisadas.