Ferrovial salva el dividendo tras perder 448 millones por la provisión de Amey
Hará dos ampliaciones de capital liberadas para proponer una retribución flexible equivalente a 0,74 euros por título
Los accionistas de Ferrovial volverán a tener dividendo flexible, como en los cinco años anteriores, después de que el cierre de 2018 se haya producido con unas pérdidas de 448 millones. Contra el resultado neto han pesado las provisiones por 774 millones por el deterioro del valor de la filial británica de servicios Amey.
El consejo ha acordado someter a la junta del próximo mes de abril un programa de retribución al accionista que pasa por dos ampliaciones de capital liberadas. La empresa toma como referencia la cotización media entre el 30 de enero y el 5 de febrero para anticipar que el citado dividendo se aproximará a los 0,74 euros por título.
De forma paralela, el grupo ejecutará una amortización de la autocartera existente y de un máximo de 19 millones de acciones adicionales que serán tomadas a través de un programa de recompra limitado en 275 millones de inversión máxima.
En esa junta de accionistas, el consejo también obtendrá la autorización para la venta de la división de Servicios. Precisamente es esta operación la que ha motivado el deterioro de Amey y las multimillonarias provisiones.
Una vez desconsolidado el negocio que prestan filiales como Cespa, Ferroser, Broadspectrum o la propia Amey, Ferrovial declara un alza del 11,3% en los ingresos, hasta los 5.737 millones. El ebitda cae a 484 millones, un 6,2% menos (en 2017 fue de 932 millones con la aportación de Servicios), y el resultado neto pasa de 454 millones en 2017 a los 448 millones en negativo del cierre de 2018.
La compañía que dirigen Rafael del Pino e Íñigo Meirás declara una deuda neta de 3.649 millones, casi 200 millones por encima de la cifra de diciembre de 2017, y la posición neta de caja una vez excluida elm endeudamiento por los proyectos de infraestructura es de 1.236 millones, algo más de 100 millones inferior a la de un año atrás.
Mejoras generalizadas en las actividades
El lastre de los litigios abiertos en Reino Unido con clientes de Amey, entre los que destaca el que mantiene con el Ayuntamiento de Birmingham, ha marcado la cuenta de resultados en pleno crecimiento de los principales activos en operación.