Meliá gana un 13% más pese a la caída de ingresos
La menor ocupación y la caída de precios en América y Mediterráneo reducen la facturación por primera vez desde 2013
La cadena hotelera Meliá obtuvo un beneficio neto de 140,1 millones de euros en 2018, lo que representa un incremento del 13% respecto al ejercicio anterior. Un aumento que se ha visto ensombrecido por la primera caída de ingresos desde 2013. La facturación de la cadena cayó un 1,5% hasta los 1.831 millones de euros y un 3,7% hasta los 1.790 millones de euros si se consideran los ingresos sin plusvalías. “2018 ha sido un ejercicio marcado por un entorno cambiante para la industria turística, que mantiene unos sólidos fundamentales a pesar de una ralentización del ciclo, ya patente en ciertas regiones y destinos del Mediterráneo occidental y del Caribe”, apuntó el consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, en un comunicado. De hecho, los hoteles situados en Cuba, Mediterráneo y América son los que han sufrido una mayor corrección de ocupación, con retrocesos del 3,6%, del 1,9% y del 1,8% anual, respectivamente. De la misma manera, esas tres áreas también han reflejado una caída de los ingresos por habitación disponible, con bajadas del 22,2%, del 2,6% y del 3,7%.
Pese a que la deuda neta de la hotelera se incrementó en 13,8 millones hasta los 607,5 millones de euros, la relación respecto al ebitda bajó a 1,97 veces, manteniéndose por debajo de dos veces por tercer año consecutivo. “Nos gustaría reiterar nuestro compromiso de mantener una ratio de apalancamiento por debajo de las dos veces de cara a los próximos años”, recalca la compañía.
Las previsiones de negocio que maneja Meliá para este año son más optimistas. “Para el 2019, seguiremos centrados en mejorar nuestros márgenes a nivel de ebitda y esperamos un crecimiento de RevPar (ingresos por habitación disponible) de dígito bajo dadas las buenas perspectivas de crecimiento del número de turistas internacionales recientemente publicadas por la OMT y a pesar de los diversos retos a los que nos enfrentaremos en algunas geografías en las que operamos”, recalca. Asimismo prevé que los 20 hoteles abiertos en 2018 elevarán la contribución positiva a los resultados en los próximos años.
La hotelera, que cuenta en la actualidad con 329 hoteles y 83.253 habitaciones, tiene un plan de expansión que contempla la incorporación de 62 hoteles y 15.265 habitaciones en los próximos tres años, con una apuesta decidida por el modelo de gestión. El 84,3% de los hoteles que se incorporarán a su cartera estarán bajo ese sistema.
Una de las grandes apuestas es Asia. La hoja de ruta de la hotelera balear pasa por abrir otros 30 hoteles hasta 2022, a un ritmo superior de 7 aperturas cada ejercicio. Indonesia, Vietnam y China son las grandes apuestas para crecer en esos cuatro años.