Olivas pidió a su familia que comprara acciones de Bankia porque confiaba en su "rentabilidad"
El ex vicepresidente de Bankia invirtió 150.000 euros de su propio patrimonio
El exvicepresidente de Bankia José Luis Olivas ha asegurado que pidió a su familia que invirtiera en la salida a Bolsa de Bankia, en la que él aportó 150.000 euros de su propio patrimonio, debido a su confianza en la viabilidad y rentabilidad de la inversión.
Así lo ha indicado durante su comparecencia en el juicio por la salida a Bolsa de la entidad en julio de 2011, que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) y que ha continuado este miércoles con el interrogatorio a Olivas por parte de su abogado.
"En la salida a Bolsa decidí invertir 150.000 euros de mis recursos propios e incluso pedí a mis familiares más próximos que invirtieran, lo hicieron y yo mantuve esa inversión incluso después de dejar la entidad", ha asegurado Olivas.
Según ha apuntado el exvicepresidente de Bankia, posteriormente vendió parte de su inversión "porque necesitaba dinero", pero en ningún caso se desprendió del total. "Evidentemente, yo tenía confianza en que la entidad era viable, que iba a ser rentable y que era una inversión correcta", ha asegurado Olivas, quien ha afirmado que invertir 150.000 euros de su patrimonio personal "era una cantidad importante".
En su escrito de acusación, la Fiscalía Anticorrupción solicita para José Luis Olivas cuatro años de cárcel, para el expresidente Rodrigo Rato cinco años y para los exconsejeros José Manuel Norniella y Francisco Verdú Pons tres años y dos años y siete meses, respectivamente.
En opinión de la Fiscalía, la excúpula es culpable en este procedimiento del delito de fraude por ocultar de forma "consciente" la verdadera situación del banco antes de su debut bursátil y no reflejar la imagen fiel de la entidad con el fin de obtener "a toda costa" los fondos necesarios para cubrir las exigencias de capital.
Durante su comparecencia este miércoles, Olivas ha reiterado que Bancaja, de la que era presidente no ejecutivo, tenía un superávit de solvencia y que por ese motivo dudó cuando el entonces gobernador del Banco de España le pidió que fusionase la entidad con las otras seis cajas que dieron lugar a Bankia.
"Era una autoridad financiera importante y opté por aceptar su propuesta, pero no era por un problema de solvencia", ha asegurado Olivas, quien ha defendido que en los informes de auditoría de Bancaja no constaba la existencia de ninguna irregularidad ni salvedad en las cuentas ni del grupo ni de ninguna de sus participadas.