Almirall regresa al beneficio tras las fuertes pérdidas de 2017
La empresa gana 77 millones de euros y espera elevar resultados en 2019
La farmacéutica Almirall ha regresado a los beneficios en 2018, tras un 2017 en el que perdió más de 300 millones de euros por los problemas de la filial estadoundense. En 2018 Almirall ha conseguido mejorar la cuenta de resultados en todos los apartados; desde un alza del 7,3% en los ingresos. El resultado bruto de explotación ha crecido un 47% hasta los 209 millones de euros. La empresa se ha beneficiado también de las menores epreciaciones después de apuntarse el año pasado el deterioro de activos por Aqua, la castigada filial de Estados Unidos.
Para 2019 la empresa espera un Ebitda en torno a los 290 o 300 millones de euros, lo que supondría crecimientos en torno al 50% sobre el nivel actual. Las ventas crecerán a un ritmo algo superior al 10% ("doble dígito bajo", explica la compañía", mientras que los otros ingresos lo harán en torno al 20%. En su presentación al mercado, Almirall destaca el cumplimiento de las previsiones 2018 ggracias particularmente a algunas marcas clave como Skilarence y a la contribución de Allergan.
En términos de dividendo, la empresa ha propuesto elevarlo un 7% hasta los 0,23 euros por acción. En el consejo de administración, además, Juan Arena, ex presidente de Bankinter, ha dejado el consejo y su puesto en la comisión de auditoría, que pasarán a ocupar Enrique de Leyva Pérez.
El consejero delegado de Almirall, Peter Guenter, ha afirmado que 2018 ha sido un año "excelente" para la compañía, marcado por "un sólido desempeño operativo y por decisiones estratégicas" como la compra el pasado septiembre del portfolio de dermatología médica de Allergan en Estados Unidos.