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Iberdrola gana 3.014,1 millones, un 7,5% más y elevará un 7,7% el dividendo

La acción sube un 1% tras superar la barrera de los 3.000 millones de beneficio por primera vez

Iberdola
Alejandro Meraviglia

Iberdrola ha mejorado un 7,5% el beneficio de 2018, hasta alcanzar 3.014,1 millones de euros. La mejora de la cifra de negocios, de un 12,2% hasta alcanzar los 35.075,9 millones de euros, y el crecimiento del Ebita, de un 27,7% (hasta 9.348 millones) ha estado en línea con lo previsto por los analistas de Bloomberg. Supera asimismo sus propias previsiones, ya que en octubre la empresa avanzó que esperaba alcanzar un Ebitda superior a los 9.000 millones de euros y un beneficio neto de 3.000 millones.

El alza del 7,5% en el beneficio se produce pese a haber contabilizado en 2017 diferentes impactos extraordinarios positivos derivados de la fusión de Siemens-Gamesa, la reforma fiscal en EE UU y otros efectos no recurrentes. Por ello, explica la compañía, se ha propuesto un incremento del dividendo, que deberá aprobar la junta general de accionistas, de 7,7% hasta 0,351 euros por acción.

El importe total del dividendo se obtiene de la suma del dividendo a cuenta de 2018 ya pagado el pasado 5 de febrero (0,151 euros brutos por acción) más 0,20 euros brutos por acción de dividendo complementario. Se propondrá además a los accionistas la aprobación de un aumento de capital, que permitirá ejecutar una nueva edición de Iberdrola Retribución Flexible.

El presidente del grupo, Ignacio Sánchez Galán, destacó que el beneficio neto obtenido "permite adelantar  en un año el cumplimiento de los objetivos para el período 2018-2022" y subrayó que "pone de manifiesto el éxito de un modelo sostenible y nos anima a seguir trabajando por la transición hacia una economía baja  en carbono".

Perspectivas 2019

Para el año 2019, la compañía indicó que el mayor peso de los activos regulados de redes, la nueva capacidad instalada y las mejoras en la eficiencia le permiten esperar un incremento de un dígito (en la zona media) para 2019, "tanto a nivel de beneficio neto como de Ebitda".

La energía eléctrica distribuida por el grupo en el ejercicio 2018 ha sido de 233.435 GWh,

un 1,4% más que en 2017. La capacidad instalada a cierre de año cae un 2,1% hasta alcanzar los 47.448 MW.  Esta bajada en capacidad se debe al plan de rotación de activos incluido en el Plan Estratégico, con operaciones ya efectuadas como la venta de generación en Reino Unido y la planta termosolar en España.

Iberdrola explica que el negocio de redes se beneficia de los acuerdos tarifarios positivos tanto en Estados Unidos como en Brasil. Renovables mejora sus resultados gracias a una mayor producción eólica terrestre mientras que el negocio de Generación y Clientes acelera su crecimiento gracias a mayores ventas y actividad comercial en España, a la normalización de condiciones operativas en Reino Unido y la adición de capacidad en México.

La deuda financiera neta ajustada se sitúa en 34.149 millones, principalmente como consecuencia del fuerte proceso inversor que se encuentra desarrollando el grupo. El importe de desinversiones asciende a 1.200 millones, tras la venta de activos de generación tradicional en Reino Unido y la venta de su participación del 90% de la planta termosolar en Puertollano (50 MW)

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