La deuda de Dia aumentará en 700 millones y complicará su nuevo objetivo de pasivo
El grupo ha pactado una ratio de apalancamiento de 3,5 veces con la banca a partir de junio
La deuda bruta a cierre de 2018 de Dia se situó en cerca de 1.700 millones de euros el año pasado. La buena noticia, para la compañía, es que en términos netos esta cifra se reduce a 1.452 millones, una vez descontados los 69,1 millones de efectivo y otros activos líquidos equivalentes, junto a los alrededor de 140 millones de euros que aún le quedan en líneas de crédito disponibles.
Esa cantidad se disparará, sin embargo, en las cuentas del primer trimestre de 2019 por el efecto de las nuevas normas internacionales sobre arrendamientos (NIIF 19), en vigor desde el pasado 1 de enero.
El grupo de supermercados tiene compromisos de arrendamiento operativo (los alquileres clásicos) no cancelables de naturaleza inmobiliaria por importe de 282 millones de euros, pero ha decidido incluir también aquellos no comprometidos, de manera que su deuda financiera aumentará entre 675 y 700 millones de euros, según sus cuentas anuales.
Su beneficio neto después de impuestos disminuirá en unos seis millones de euros por esta nueva forma de cómputo. Si bien, como contrapartida, “su resultado de explotación aumentará entre los 30 y 40 millones”.
El aumento de deuda, salvo un pacto específico con la banca, dañará aún más sus ratios de apalancamiento, calculados como la deuda financiera neta entre el ebitda ajustado.
La empresa señala que se ha firmado que este termómetro se sitúe por debajo de las 3,5 veces, situación que se comprobará por primera vez el próximo junio. Este indicador se situó a cierre de 2018 en las 4,3 veces, frente a las 1,82 de cierre del ejercicio previo. En caso de sumar el pasivo derivado de los alquileres, la ratio se dispararía, para un ebitda de 350 millones, hasta el entorno de las siete veces.
La cadena de supermercados exhibe, sin embargo, otra cifra –más favorable– en su presentación a inversores: 3,8 veces. Se debe a que para hacer este cálculo utiliza, en lugar del ebitda de 337,9 millones de euros, otra cifra, de 385,4 millones, que no incluye los efectos de la normativa por hiperinflación en Argentina (IAS 29) ni las operaciones discontinuadas. Estos dos elementos añadirían a esta línea entre 36,2 y 11,8 millones de euros, respectivamente.