La Politécnica de Madrid lidera la primera asociación europea de formación ingeniera
Al proyecto se suman un total de nueve universidades del continente
Tras meses de contactos y negociaciones, la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha conseguido cerrar el primer acuerdo de formación en ingeniería a nivel europeo. Un total de nueve campus del continente, punteros en estas ramas técnicas, se han unido para intentar impulsar la figura del ingeniero europeo. La iniciativa, conocida como Alianza Europea para la Innovación en la Enseñanza de Ciencias e Ingeniería (Eelisa, por sus siglas en inglés), abarca a más de 150.000 personas, entre docentes, expertos y estudiantes, y ha sido promovida por el campus madrileño.
Tal y como han dado a conocer este miércoles los centros implicados, el objetivo del consorcio es destacar el liderazgo, el manejo en diferentes idiomas, el emprendimiento y el impulso al desarrollo sostenible a nivel continental. También habrá un apartado reservado a la lucha contra la brecha de género en las ramas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), un problema endémico a nivel europeo y que va más allá de España. Aquí, según los datos de matriculación ofrecidos por el Ministerio de Educación y Universidades, el porcentaje de mujeres inscritas en ingenierías no sobrepasa desde hace cinco años el 25%. Son las cifras más bajas de presencia femenina en todas las ramas universitarias.
Además de la UPM, a la iniciativa se suman las Universidades Politécnicas de Bucarest (Rumania), Budapest (Hungría), Estambul (Turquía), Erlanguer-Nuremberg (Alemania) y cuatro grandes écoles franceses del área de ciencia e ingeniería pertenecientes a la Paris Tech (Mines, Ponts, ENSTA y Chimie). Además de implementar la figura de un ingeniero europeo que curse materias comunes, el acuerdo impulsará programas de movilidad de larga duración en las universidades que integran la red.
Así, un estudiante podrá empezar su carrera en Estambul para seguir en Budapest, continuar en Madrid y hacer sus prácticas en París, por ejemplo. El título será expedido por cualquiera de los centros implicados, pero certificado por los otros ocho. De esta forma, los participantes podrán desarrollar su labor certificada en cualquiera de los países a los que pertenecen los campus que pertenecen al proyecto.
La tesis de la que parte la iniciativa es que todos los profesionales, independientemente de los métodos educativos y formación que hayan recibido, trabajan de forma casi idéntica. La internacionalización y movilidad de las compañías da alas a ello. Por eso, con este acuerdo se intentará que los futuros ingenieros aprendan y hagan suyas las aptitudes profesionales que reclama el mercado, independientemente del lugar en el que un estudiante decida formarse.
No es la primera vez que la UPM colabora con otros centros. El campus madrileño cuenta con varios programas de ámbito internacional que van más allá del Eramus+. En el Programa Athens, uno de los más conocidos, el centro está asociado con un total de 15 instituciones europeas de Educación Superior de 15 países (una por Estado). El Programa Magalhães, otro de los que tienen gran peso, es una iniciativa de intercambio de estudiantes de Ingeniería y Arquitectura entre Europa y América Latina. Otro de ellos es el programa Hispano Chino y Sino Español, que tiene por objeto favorecer la comunicación técnica y científica con la República Popular China.