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Banca

Bankia reconoce su atractivo para otros bancos, pero su plan “es seguir solo”

Espera conceder 1.000 millones de crédito promotor este año, frente a los 400 millones de 2018 y mantiene su objetivo de repartir 2.500 millones en dividendo hasta 2020

Bankia, al cierre de 2018

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró que 2018 “ha sido un año muy importante” para la entidad. “Estamos cómodos, ha sido un buen año. Nos reafirma en los objetivos”, reiteró ayer en la presentación de resultados anual. Fue el primer año de su plan testratégico 2018-2020 y el primero de la integración de BMN, operación que ha considerado todo un éxito porque “ha sido la primera fusión en la que he participado, y son bastantes, en la que se ha ganado cuota de mercado el primer año”, explicó el banquero de origen vasco.

El banco cerró el pasado ejercicio con un beneficio atribuido de 703 millones de euros, con un crecimiento del 39,4%, pese a que en el último trimestre sufrió pérdidas de 40 millones de euros como consecuencia de una provisión extraordinaria de 85 millones realizada por la venta de carteras de inmuebles y créditos dudosos al fondo Lone Star.

En total, se ha desprendido en el año de más de 6.000 millones en activos improductivos, adelantando en un año el objetivo de reducción de NPAs. Sin esta provisión extra, el resultado habría ascendido a 788 millones, en línea con lo que esperaban los analistas.

El banco insiste en que ha acelerado en un año la captura de sinergias por su integración con BMN, “en tiempo récord”, hasta 130 millones, frente a los 66 millones previstos.

Tras estos resultados, el grupo mantiene todos los objetivos del plan estratégico, que pasa por obtener un 62% más de beneficio en 2020 que los obtenidos en 2017, para alcanzar los 1.300 millones (en 2014 los analistas ya preveían que ese año alcanzaría los 1.000 millones, con una rentabilidad del 10%, pero no pudo ser). Entre los objetivos que Goirigolzarri ratificó está la de retribuir a sus accionistas con 2.500 millones de euros hasta 2020, pese al retraso en la subida de los tipos de interés (que el banco sitúa ahora en el último trimestre de 2019), y en cuyo avance basaba parte del plan estratégico.

Eso sí, el reparto de este dividendo tendrá que esperar. “Necesitamos claridad sobre los requerimientos de capital del regulador sobre este año y el próximo” antes de tomar una decisión, explicó Goirigolzarri.

La hoja de ruta también plantea alcanzar una rentabilidad sobre recursos propios (ROE) del 12,2% en 2020, ahora es del 5,6%; y duplicar la remuneración al accionista. La entidad propondrá a la junta de accionistas de este año aprobar un dividendo de 11,576 céntimos por acción, que supone un incremento del 5% respecto al último dividendo repartido. Representa un desembolso de 357 millones de euros. será del 50% (su objetivo es mantener un pay-out del 45% al 50%). El FROB, con el 61,4% del capital, ingresará así 219 millones de euros, y sumará 3.083 millones el dinero rescatado en el banco vía dividendos y ventas de paquetes de acciones desde febrero de 2014.

Goirigolzarri, junto al consejero delegado del banco, José Sevilla, defendieron que la integración de BMN permitió mejorar los ingresos y crecer en casi todos los nichos de negocio, y por lo tanto en cuota de mercado, algo que según el banquero no había visto nunca en otras fusiones en las que ha participado.

Según Renta4 “a pesar de la pérdida en el trimestre como consecuencia de mayores provisiones, la lectura positiva la encontramos en la recuperación de los ingresos recurrentes y el rendimiento del activo tras varios trimestres de debilidad”.

Los gestores del banco presumieron de que si en 2013 unos 1.900 millones de los resultados de la entidad procedían de la gestión de carteras y apenas 700 millones provenía del negocio o margen con clientes, en 2018 esas rúbricas aportaron 100 y 1.200 millones, respectivamente. En 2018, los clientes con ingresos domiciliados aumentaron en 103.000. La facturación en tarjetas creció un 12,8%.

La entidad, no obstante, no ha cumplido con sus previsiones crediticias, sobre todo por el aún desapalancamiento de las empresas. Uno de los ejemplos es su crédito promotor, que tras varios años sin poder conceder financiación en esta actividad, el banco abrió nuevamente este negocio en 2018 y concedió 400 millones, cifra por debajo de lo previsto. Para 2019 la estimación es de 1.000 millones.

Goirigolzarri, admitió que Bankia sea visto como un “activo extraordinariamente bueno” para otras entidades porque sería un buen complemento para algunas, pero enfrió las especulaciones de fusiones defendiendo el proyecto independiente.

“Tenemos un plan estratégico basado en desarrollar nuestra andadura con el perímetro actual”, indicó ante los rumores de fusión que le han emparejado con BBVA o Sabadell, entre otras entidades, como fórmula para facilitar la salida del Estado del capital y para mejorar el ratio de solvencia de los dos bancos mencionados.“Estoy oyendo rumores de todo tipo y condición, pero el marco que tenemos es gerenciar Bankia con el actual perímetro (...). No he visto cambio” en el FROB. “No hay ninguna operación encima de la mesa ni sobrevolando la mesa”, zanjó.

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