Santander se niega a pagar el bonus de Andrea Orcel y descarta nombrarlo consejero delegado
La entidad financiera asegura que es "inaceptable" compensar al ejecutivo por sus remuneraciones pasadas, estimadas en unos 50 millones de euros Cae un 1% en Wall Street tras conocerse la decisión
Nueva sorpresa, y no agradable, en la cúpula de Banco Santander. Andrea Orcel no desembarcará finalmente en la entidad al fracasar las negociaciones que mantenía con su antigua casa, el suizo UBS. El consejo de administración del Santander acordó este martes no continuar con el nombramiento de Orcel como consejero delegado del grupo al no estar dispuesto a asumir el coste de su fichaje, que califica de “inaceptable”.
Este fichaje, que era uno de los más esperados del sector y que cambiaba por primera vez los equilibrios de poder en Santander, estaba sujeto a las condiciones habituales, incluidos los seis meses de garden leave (cláusula que incluyen los grandes bancos como salvaguarda de salidas de sus principales directivos).
Pero al final, Santander no ha logrado llegar a un acuerdo con UBS, que pretendía que el grupo español se hiciese cargo de los algo más de 52 millones de euros de Orcel por su retribución diferida a lo largo de siete años y otros beneficios que le correspondían por su puesto anterior. Esta cifra, explica Santander, “sería una suma significativamente mayor que la prevista inicialmente por el consejo en el momento del anuncio de su nombramiento”.
El consejo de Santander acordó en septiembre que la futura retribución anual de Orcel estaría en línea con la que percibía el actual consejero delegado, José Antonio Álvarez (8,9 millones en 2017 entre retribución y dotación a su pensión).
El banco explica que entonces no era posible anticipar el coste final para el grupo de abonar la retribución diferida que le habían asignado en su anterior cargo y que habría perdido al abandonarlo y que se procedió al nombramiento “sobre la base de una estimación razonada del coste, de acuerdo con el asesoramiento recibido, los precedentes y las expectativas de que podría revisarse a la baja por la naturaleza de la relación entre ambos bancos y las diferencias en las actividades que llevan a cabo”, esto es, que UBS estuviera dispuesto a asumir parte de los bonus por no considerar a Santander competidor directo.
Pero tras meses de negociación, no ha habido acuerdo con UBS, Orcel tampoco ha estado dispuesto a rebajar sustancialmente la compensación a recibir y Santander ha decidido renunciar al fichaje, que estaba aún pendiente de autorización del BCE.
En un comunicado, explica que “sería inaceptable para un banco comercial como Santander hacer frente al coste de contratar a una persona, aunque sea de este nivel y esta trayectoria a la luz de los valores de la entidad y de la responsabilidad que tiene con sus stakeholders y las sociedades de los países en los que opera. En este contexto, el consejo considera que no sería adecuado seguir adelante con el nombramiento”. Esta es la primera vez que un gran fichaje anunciado en banca se paraliza por una razón así.
Ahora, Álvarez, que iba a ser presidente de Santander España y vicepresidente ejecutivo del grupo, seguirá como consejero delegado, además de vicepresidente. Rodrigo Echenique, que iba a jubilarse y tenía previsto dejar su cargo en marzo, seguirá como presidente de. Santander España mientras se busca un sustituto. Y parece que la idea es buscarlo en la canteras del propio grupo.
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha afirmado: “Como banco comercial, teníamos que sopesar el alto coste de contratar a un profesional, aunque sea alguien del talento de Andrea Orcel, a quien había que compensar la pérdida de siete años de salario diferido, con nuestra cultura corporativa, que implica compromiso y responsabilidad con nuestros empleados, clientes y accionistas. Por eso, el consejo y yo misma, estamos convencidos de que, pese a que resulta una decisión difícil, hemos tomado la correcta. Tanto el equipo como yo esperábamos con ilusión la incorporación de Andrea. Le deseamos mucha suerte en el futuro. Como grupo, tenemos la suerte de tener a José Antonio Álvarez, que ha aceptado continuar como CEO. Estoy convencida de que seguiremos trabajando tan bien como lo hemos hecho en los últimos cuatro años, consiguiendo un crecimiento rentable y logrando que cada vez más clientes confíen en Santander para ayudarles a progresar. Presentaremos juntos al mercado una actualización de nuestra estrategia en los próximos meses y estamos convencidos de que Santander tiene por delante una gran oportunidad”.
UBS era uno de los principales bancos de inversión con los que trabajaba habitualmente Santander, pero las relaciones se han deteriorado y será más difícil que trabajen juntos.
La incorporación de Orcel en la cúpula de Santander, además de suponer un nuevo reparto de poderes entre la presidenta, consejero delegado y vicepresidente ejecutivo, suponía un cambio radical de un gran banco en España, ya que iba a ser el primer banquero en un gran banco comercial que no era español y provenía de la banca de inversión.
La noticia se ha conocido este martes con la Bolsa española ya cerrada. Sin embargo, el banco cotiza también en Wall Street a través de ADR, depósitos bancarios. Tras divulgar el comunicado, caen más de un 1%.