Dia negocia con la banca refinanciar antes de fin de año parte de la deuda a largo plazo
Las entidades reabrirán las líneas de financiación a proveedores
Dia quiere empezar 2019 con mejor pie que como está terminando 2018. La banca ultima un balón de oxígeno en forma de refinanciación de la deuda que garantice la supervivencia de la cadena de supermercados, al menos, hasta que saquen adelante la ampliación de capital prevista para esta primavera. El objetivo pasa por firmar este compromiso con la empresa como tarde el 31 de diciembre.
Este balón de oxígeno será previsiblemente de al menos 200 millones. La banca ya está decidida a abrir las líneas de liquidez a proveedores por este importe. Se las retiró entre octubre y noviembre y que estaban obligando a Dia a recurrir a caja para pagar a sus suministradores, según publicó CincoDías. El plan principal de las entidades es garantizar con ellas la viabilidad de la empresa a medio plazo.
El otro caballo de batalla está en cerrar, además, la refinanciación de una parte de los créditos a largo plazo, que suman 900 millones. El objetivo es mandar un mensaje al mercado y atraer a posibles inversores a esa ampliación de capital, asegurada por Morgan Stanley según se cumplan determinadas condiciones.
Antonio Coto, el recién elegido consejero delegado de Dia tras la dimisión de Ricardo Currás, puso encima de la mesa un plan de cierres, ventas y desinversiones para dar la vuelta a la situación de la firma. Entre otras baraja la venta de su cash&carry Max Descuento y de su marca de perfumerías, Clarel, así como el cierre de las tiendas más deficitarias.
Estas desinversiones eran algunas de las condiciones sine qua non que la banca puso a Dia cuando le cortó las líneas de liquidez para reestaurárselas. También simplificar y adaptar su portfolio de marcas. La banca espera, por tanto, guiños de la dirección de la compañía en este sentido para abordar la financiación a largo plazo y empezar a vislumbrar la ampliación de capital que se espera que llegue en primavera. Dia prevé presentar al mercado este futuro plan de negocio próximamente, antes de llevar a la junta de accionistas la ampliación de capital con la que pretende salvar el grupo.
A un lado de la mesa de negociación se sienta la propia empresa. Al otro, un ejército de bancos. Santander, BBVA, Sabadell, Deutsche Bank y CaixaBank, eran las entidades financieras que proporcionaban el crédito a proveedores a la cadena de supermercados. El banco presidido por Ana Botín, BBVA, Barclays y Société Générale conforman el núcleo duro de acreedores a largo plazo. Entre ambas partes se encuentra un grupo nutrido de inversores. Dia ha contratado a PwC y Rothschild, mientras que la banca está representada por FTI Consulting y Houlihan Lokey. Los asuntos legales están en manos de Clifford Chance y Linklaters.
Al margen de Fridman
La negociación avanza a buen ritmo pese al portazo que dio la semana pasada Mijail Fridman, el magnate ruso que controla el 29% del capital. Este inversor, asesorado por PJT Partners, rechazó el plan de la empresa y la banca de llevar a cabo esa ampliación de capital. Y así lo hizo patente con la dimisión de los consejeros que representaban a Letterone, el brazo inversor de Fridman. Dia se vio abocada a renegociar su pasivo con los acreedores tras reformular sus cuentas de 2017 y revisar a la baja sus previsiones para este año y el siguiente. Algo que hizo que los compromisos con los bancos (covenants) saltasen por los aires. Fuentes consultadas por CincoDías esperan que el ebitda de Dia en 2018 se sitúe en 360 millones, unas 4 veces su deuda.
La renegociación con la banca tanto de las líneas de liquidez como de la deuda a largo plazo es clave para que las agencias de rating relajen su presión sobre la empresa. Tanto Moodys como S&P han ido degradando progresivamente la nota de Dia hasta hundirla en Caa1 y CCC+, varios escalones por debajo del grado de inversión. Para mejorar la calificación, ambas agencias consideran clave estabilizar los ratios y mejorar su estructura de capital. En concreto, S&P condicionó un alza de rating a la refinanciación de su deuda y a poner en marcha un nuevo plan de negocio, según un informe publicado la semana pasada.